Brownsville, Texas. Después de que Texas impidió el acceso a un parque ubicado en la frontera con México y comenzó a rechazar a agentes de la Patrulla Fronteriza, el gobernador Greg Abbott explicó sus motivos durante un acto de campaña cerca de Houston.

“Ya no vamos a permitir a la Patrulla Fronteriza en esa propiedad”, dijo Abbott el viernes, desatando el aplauso de sus simpatizantes mientras respaldaba a un legislador estatal que aspira a ser reelegido. Expresó su frustración por el ingreso ilegal de migrantes hacia Estados Unidos a través de la ciudad fronteriza de Eagle Pass y al hecho de que agentes federales los coloquen en autobuses.

“Dijimos: ‘Ya estamos hartos. Ya no vamos a permitir que pase esto”, declaró Abbott.

Horas más tarde, el Departamento de Seguridad Nacional informó que tres migrantes, incluidos dos niños, se ahogaron cerca del parque después de que agentes de Texas “prohibieron físicamente” el ingreso de agentes de la Patrulla Fronteriza. Las autoridades mexicanas retiraron los cuerpos del agua en el otro extremo del río Bravo (o Grande).

Los decesos ocurridos el fin de semana agudizaron las tensiones entre Texas y el gobierno del presidente Joe Biden. También desataron una nueva ronda de críticas por parte de los demócratas respecto a las enérgicas acciones de Abbott para frenar los cruces ilegales, con acusaciones de que las medidas ponen a los migrantes en riesgo. Las autoridades federales señalaron que los ahogamientos subrayan la necesidad de que los agentes de la Patrulla Fronteriza tengan acceso a la zona que rodea al Parque Shelby, cerrado por Texas esta semana.

“La Patrulla Fronteriza debe tener acceso a la frontera para hacer valer nuestras leyes”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Angelo Fernández Hernández en un comunicado.

El domingo por la noche, el Departamento Militar de Texas dio a conocer una declaración en la que cuestiona las versiones del gobierno federal, diciendo que es “totalmente inexacto” que personal del estado le haya impedido a la Patrulla Fronteriza salvar a migrantes que se ahogaban.

“Cuando la Patrulla Fronteriza solicitó el acceso, los ahogamientos ya habían ocurrido, las autoridades mexicanas estaban recuperando los cuerpos, y la Patrulla Fronteriza le dio a conocer estos hechos al personal del DMT que se encontraba en el lugar”, señaló el departamento.

El gobierno de Biden se apegó a su versión inicial el domingo, diciendo en una carta al procurador general de Texas, Ken Paxton, que el estado les negó el acceso a los agentes fronterizos antes de que ellos supieran que los migrantes habían muerto. En una contradicción directa de la versión que dio Texas sobre lo sucedido, Seguridad Nacional indicó que en ese momento los agentes sólo sabían que los migrantes estaban intentando cruzar el río.

“Texas ha demostrado que, incluso bajo las circunstancias más exigentes, no permitirá que los agentes de la Patrulla Fronteriza tengan acceso a la frontera para llevar a cabo actividades policiales y de respuesta a emergencias”, escribió Jonathan E. Meyer, asesor jurídico de Seguridad Nacional.

Meyer amenazó con actuar jurídicamente si Texas no vuelve a permitir el acceso a más tardar al concluir el miércoles.

El parque se ubica en un importante corredor para migrantes que entran ilegalmente desde México y forma parte central de un enérgico plan de Abbott para detenerlos, conocido como Operación Estrella Solitaria. Periódicamente algunos migrantes mueren al ser arrastrados por las corrientes del río Bravo.

Henry Cuellar, un representante federal demócrata por un distrito fronterizo de Texas, reconoció el domingo que las autoridades estatales investigaron la solicitud de auxilio y buscaron a los migrantes.

“Sin embargo, lo primordial es que a la Patrulla Fronteriza se le prohibió ingresar al Parque Shelby”, dijo Cuellar en un comunicado.

Funcionarios de Texas dijeron que agentes fronterizos habían solicitado acceso para hallar a otros migrantes que se presume iban junto con los que murieron. Dos fueron aprehendidos por personal militar del estado, incluido uno que fue transferido a los médicos en “condiciones de hipotermia”. En el comunicado no se especificó si se permitió el ingreso de agentes de la Patrulla Fronteriza al parque.

A mediados del año pasado, miles de personas cruzaban ilegalmente a Estados Unidos a través de Eagle Pass. Las cifras se redujeron, pero en diciembre volvieron a subir cuando miles de migrantes abrumaron los recursos federales. Pero en enero fue posible ver un marcado declive, luego de que México redobló la aplicación de medidas para controlar la inmigración.

El parque de 20 hectáreas (50 acres) es propiedad de la ciudad, pero es utilizado por el Departamento de Seguridad Pública del estado y el Departamento Militar de Texas para el control de los cruces fronterizos. Hace unos días, el alcalde de Eagle Pass, Rolando Salinas, cuestionó por qué el estado cerró el parque en este momento, ya que la cifra de aprehensiones diarias en la región ha ido en descenso en las últimas semanas. Dijo que las autoridades estatales no les avisaron a sus contrapartes municipales ni fijaron un plazo para la reapertura del lugar.

El viernes, el Departamento de Justicia le dijo a la Corte Suprema de Estados Unidos que Texas había tomado control del Parque Shelby y no permitía la entrada a agentes de la Patrulla Fronteriza. Texas admitió que ahora controla el parque, pero declaró al tribunal que el gobierno federal había malinterpretado sus actos y que trataba de resolver cualquier disputa en cuanto al acceso.

Texas ha estado recurrentemente bajo escrutinio debido a sus labores para frenar los cruces fronterizos. Abbott ha enviado a más de 100.000 migrantes en autobús hacia ciudades con gobiernos demócratas, incluso durante las condiciones gélidas del invierno. También ha instalado alambre de púas a lo largo de la frontera y ha colocado barreras flotantes en el río Bravo.

Melissa R. Cigarroa, concejal de Laredo e integrante de la Coalición No Al Muro Fronterizo, fue una de las presentes en la marcha del sábado en el Parque Shelby para conmemorar el fallecimiento de migrantes en el río Bravo. Dijo que los asistentes entraron por una puerta resguardada por miembros de la Guardia Nacional y que podían ver a agentes y vehículos policiales desplegados cerca del río.

Dijo que lo que vio, junto con el motivo de la ceremonia, le hicieron pensar “lo poco que importan las vidas de las personas en estas decisiones”.

“Hay personas muriendo y ahora sabemos que los elementos disuasivos no significan nada”, declaró.

 

Compartir