Washington. Steven Mnuchin, exsecretario del Tesoro de Donald Trump, dijo que no buscará unirse al nuevo gobierno del presidente electo, pero que está listo para ofrecer consejos a su sucesor, incluso sobre cómo fortalecer las sanciones a Irán y Rusia y contener el crecimiento de la deuda estadunidense.

En una entrevista, Mnuchin dijo a Reuters que era importante que el Tesoro trabaje para reforzar la política comercial estadunidense. Esto incluye hacer que Pekín cumpla sus compromisos de compra de bienes estadunidenses en el acuerdo Fase Uno de Trump de enero de 2020 para reequilibrar el comercio entre Estados Unidos y China, que según él “no están cumpliendo”.

Servir como jefe del Tesoro durante el primer mandato de Trump “fue la experiencia de mi vida, y estoy feliz de aconsejar desde fuera”, dijo Mnuchin el viernes. “Estoy seguro de que tendrán un montón de grandes opciones”.

Declinó nombrar a un favorito.

Reuters informó el viernes que dos prominentes inversores de fondos de cobertura, Scott Bessent, fundador de Key Square Group, y John Paulson habían surgido como los principales contendientes para secretario del Tesoro, y que Bessent se había reunido con Trump.

Mnuchin fundó Liberty Strategic Capital, una firma de capital riesgo, después de dejar el cargo con inversiones de Softbank Group y el fondo soberano Mubadala de Abu Dabi.

Equipo económico

Mnuchin dijo que era importante que todas las partes del equipo económico de Trump -el Tesoro, el Departamento de Comercio, la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos y el Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca- trabajen estrechamente como grupo, como lo hicieron durante las negociaciones comerciales y arancelarias con China en 2018 y 2019.

Mnuchin, un exejecutivo de Goldman Sachs, dijo que es importante que el secretario del Tesoro tenga experiencia en los mercados financieros, pero también lo es un sólido historial de gestión. Esto se debe a que el Tesoro abarca vastas áreas de la economía, desde la política regulatoria y tributaria hasta las sanciones internacionales, y esto último le llevará un tiempo considerable durante su mandato, sostuvo.

Estados Unidos necesita una aplicación más estricta de las sanciones financieras y más acciones para cortar los ingresos del petróleo de Irán y Rusia, dijo, señalando que las sanciones a Rusia por su guerra en Ucrania han sido “más un titular” que efectivas.

El precio máximo de 60 dólares por barril de crudo ruso impuesto por el G7 puede estar reduciendo los ingresos petroleros rusos, pero “Rusia está vendiendo mucho petróleo y gas”, añadió.

Estas acciones deben combinarse con un aumento de la producción de petróleo y gas de Estados Unidos y una mayor producción de otros países de Oriente Medio para compensar la reducción de los suministros de Rusia e Irán a causa de las sanciones y mantener los precios estables, dijo Mnuchin.

Gestión del déficit

Preguntado sobre si los planes de Trump de prorrogar los recortes de impuestos individuales que expiran el próximo año y acabar con los impuestos sobre las propinas, la Seguridad Social y los ingresos por horas extraordinarias aumentarían de forma preocupante la deuda de Estados Unidos, Mnuchin dijo que era necesario controlar los crecientes déficits.

En su opinión, el Congreso y el gobierno pueden encontrar un equilibrio entre la prórroga de los recortes fiscales y el ahorro en el gasto discrecional y no discrecional. Algunos ingresos se compensarán con un crecimiento económico más fuerte y con los aranceles más altos de Trump, añadió.

Mnuchin defendió el fuerte gasto del gobierno de Trump para paliar el COVID-19 que, junto con un colapso de los ingresos durante la pandemia, llevó a un déficit récord de 3.1 billones de dólares en el año fiscal 2020, pero dijo que la administración Biden había gastado más de la cuenta.

El déficit de Estados Unidos en el año fiscal 2024, finalizado el 30 de septiembre, superó los 1.8 billones de dólares, el más alto fuera de la era COVID, ya que los costos de los intereses de la deuda pública superaron por primera vez el billón de dólares.

“Creo que el gasto que hicimos por el COVID era necesario, o habría habido una depresión mundial, no una recesión”, dijo Mnuchin. “Pero creo que el gasto continuo del gobierno de Biden claramente creó inflación y creó grandes déficits, y eso tiene que ser abordado”.

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