Jerusalén. Dos civiles murieron en el norte de Israel el domingo cuando un misil antitanque disparado desde el Líbano alcanzó su vivienda cerca de la frontera, suscitando más temores de que se ha abierto un nuevo frente en la guerra entre Israel y Hamas.

El ataque ocurre en el centésimo día del conflicto que ha matado a casi 24 mil palestinos, ha devastado a gran parte de la Franja de Gaza, ha obligado a huir de sus viviendas a un 85 por ciento de los 2,3 millones de habitantes y un cuarto de la población sufre de hambre.

La guerra fue provocada por el ataque perpetrado por el grupo palestino Hamas el 7 de octubre contra Israel, que mató a unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, y tomó unas 250 como rehenes, aproximadamente la mitad de las cuales siguen en cautiverio.

Las tensiones han ido aumentando en toda la región. Israel y el grupo miliciano libanés Hezbolá han intercambiado fuego casi a diario, milicianos proiraníes han atacado bases estadunidenses en Siria e Irak, y los hutíes en Yemen han estado atacando a buques mercantes, lo cual provocó represalias norteamericanas la semana pasada.

El ataque del domingo ocurrió un día después de que el ejército israelí informó haber matado a tres milicianos que cruzaron desde el Líbano en un intento de perpetrar un ataque.

El líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, declaró que su grupo no cesará sus ataques hasta que haya un cese de fuego en Gaza.

“Estamos continuando, y nuestro frente le está causando pérdidas al enemigo y presionando a los desplazados”, expresó Nasrala en su discurso, en referencia a las decenas de miles de israelíes que han tenido que abandonar sus hogares en las zonas fronterizas.

El nivel sin precedente de muerte y destrucción en Gaza llevó a Sudáfrica a acusar a Israel de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya. Israel rechaza enfáticamente las acusaciones y ha jurado continuar con su ofensiva aún si el tribunal emite una orden diciéndole que pare.

“Nadie nos detendrá. Ni La Haya, ni el eje del mal ni ningún otro”, declaró el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu el sábado en la noche, en referencia a Irán y sus milicias aliadas.

Israel se ha propuesto además lograr el retorno de los más de 100 rehenes que siguen cautivos en Gaza. Las familias de los rehenes han estado incrementando la presión sobre el gobierno, incluyendo una protesta de 24 horas en Tel Aviv que comenzó el sábado y a la cual asistieron decenas de miles de personas.

Las fuerzas israelíes hasta ahora han logrado rescatar a solo un rehén, mientras que más de 100 fueron liberados durante una semana de tregua en noviembre, a cambio de 240 palestinos retenidos por Israel. Hamás jura que no liberará más rehenes hasta que Israel cese su ofensiva.

Temores de un segundo frente

Israel y Hezbolá hasta ahora se han cuidado de que sus duelos no se conviertan en una guerra abierta.

Pero han llegado cerca en varias ocasiones, la más reciente luego de un ataque aéreo que mató a alto funcionario de Hamas en Beirut el 2 de enero. Tanto Hamas como Hezbolá han culpado a Israel de ese ataque. Los ataques más recientes contra Israel, incluyendo las muertes de dos civiles el domingo, elevan la posibilidad de más represalias israelíes.

 

 

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