Miami. La tormenta Milton rápidamente se convirtió en huracán en el Golfo de México y se aproxima a Florida, informó el domingo el Centro Nacional de Huracanes en Miami.
Milton estaba a mil 310 kilómetros (815 millas) al oeste-suroeste de Tampa, Florida, con vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora (80 millas por hora), dijo el centro.
Previamente, las autoridades advirtieron el domingo a los habitantes de Florida que Milton podría convertirse en un peligroso huracán y golpear la costa del golfo.
“Existe la creencia de que un potente huracán con el potencial de poner en peligro vidas humanas afectará partes de la costa oeste de Florida a mediados de esta semana”, indicó el especialista en huracanes Eric Blake el domingo en la mañana.
Si bien los pronósticos varían mucho, la trayectoria más probable de Milton sugiere que podría tocar tierra el miércoles justo al norte de Tampa Bay y se mantendrá como huracán a medida que se mueve por el centro de Florida hacia el océano Atlántico, en general sin afectar a otros estados sudorientales azotados por el huracán Helene, que dejó una estela de destrucción desde Florida hasta los Apalaches y una cifra de muertes que el domingo ascendió a 230.
El área de St. Petersburg-Tampa Bay todavía está despejando escombros y reparando los daños causados por la tormenta Helene. Doce personas perecieron por la tormenta y los peores daños fueron en el condado Pinellas, en la estrecha franja de 32 kilómetros (20 millas) que va de St. Petersburg a Clearwater.
El gobernador de Florida Ron DeSantis dijo el domingo que si bien no se sabe dónde golpeará Milton, es evidente que Florida será afectada.
“No creo que haya ningún escenario en que no tenemos impacto de consideración, en estos momentos”, declaró el gobernador.
Añadió: “Tienen tiempo para prepararse: todo el día de hoy, todo el día del lunes, probablemente todo el día del martes, para asegurarse de que sus planes de preparación ante huracanes estén listos. Entérense de su zona de evacuación. Habrá evacuaciones voluntarias y no voluntarias”.
“Si usted está en la costa oeste de Florida, en las islas cercanas, dé por sentado que se le pedirá evacuar”, añadió.
DeSantis expandió el domingo su declaración de estado de emergencia a 51 condados, y dijo que los habitantes del Florida deben prepararse para más cortes de electricidad y otras perturbaciones, y deben asegurarse de que tienen suficiente agua y comida por una semana y de que pueden irse por vía terrestre.
“Les recomiendo mucho que evacúen” si están en una zona de evacuación, dijo Kevin Guthrie, director ejecutivo de la División de Gestión de Emergencias de Florida. “Nos estamos preparando … para la mayor evacuación que hemos visto probablemente desde el huracán Irma en 2017”.
El estado ha preparado suministros de combustible y estaciones de carga para vehículos eléctricos y “ha identificado toda localidad posible que pudiese alojar apersonas en esas vías”, dijo Guthrie.
Los que vivan en viviendas construidas después de que Florida fortaleció sus normas de construcción en el 2004, los que no dependan de un suministro constante de electricidad y los que no estén en zonas de evacuación probablemente deberían evitar esas vías, añadió.
DeSantis dijo que hasta 4 mil efectivos de la Guardia Nacional están ayudando a la División de Gestiones de Emergencias de Florida y al Departamento de Transporte de Florida a despejar escombros. Dijo que los habitantes del estado deben prepararse para más cortes de electricidad y otras perturbaciones.
“Todos los recursos disponibles del estado … están siendo usados para ayudar a despejar escombros”, indicó el gobernador. “Trabajaremos las 24 horas … es una labor del equipo entero”.
La administradora de la Agencia de Manejo de Emergencias (FEMA), Deanne Criswell, defendió las acciones de su agencia tras el huracán Helene, ante las falsedades propagadas por los republicanos y amplificadas por el expresidente Donald Trump, que crearon una ola de desinformación en las comunidades devastadas.
“Este tipo de retórica no ayuda a la gente y es lamentable que hay gente que esté poniendo la política por encima de la ayuda a la comunidad”, dijo Criswell a George Stephanopoulos de la emisora ABC. Las falsedades han creado temor y desconfianza entre los habitantes hacia los miles empleados y voluntarios de FEMA en todo el sudeste del país, señaló.
A pesar de ello, dijo Criswell, la agencia desde ya se está preparando para Milton, aun cuando no se sabe dónde golpeará el meteoro esta semana en la península floridana.
“Estamos trabajando con el estado allí para saber cuáles son sus necesidades, para que podamos satisfacerlas antes de que llegue la tormenta”, indicó Criswell.
El centro meteorológico dijo que la península mexicana de Yucatán, la península de Florida, los Cayos de Florida y el noroeste de Bahamas deberían monitorear la tormenta. Se prevén fuertes lluvias el domingo previo a la llegada de la tormenta y probablemente esas lluvias se combinarán con las lluvias de Milton para inundar cuerpos de agua y calles en Florida, donde los meteorólogos vaticinaron hasta 30 centímetros (1 pie) de lluvia en algunas zonas de aquí hasta el miércoles.
“Hay un riesgo creciente de aguas crecidas y fuertes vientos para partes de la costa oeste de Florida a partir del martes o miércoles. Los habitantes de esas áreas deben asegurarse de que tienen listo su plan ante huracanes, deben seguir las instrucciones de las autoridades locales y deben estar atentos ante actualizaciones de los pronósticos”, indicó el centro.
La temporada de huracanes en el Atlántico se ha intensificado en momentos en que los cuerpos de rescate siguen buscando a personas desaparecidas en el sudeste de Estados Unidos tras el paso del huracán Helene, que dejó una estela de muerte y destrucción desde Florida hasta los Montes Apalaches.
El huracán Kirk, entretanto, se redujo a un huracán categoría 2 en el Atlántico, con vientos máximos sostenidos de 165 kilómetros por hora (105 mph) y causando marejadas y condiciones peligrosas desde Bermuda hasta las costas estadounidenses y canadienses, dijo el centro. El huracán Leslie también se movía hacia el noroeste por el Atlántico, con vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora (85 mph) pero sin amenazar a tierra.