Ciudad de México. La postura es la misma entre los directivos del futbol mexicano: todos callan. Nadie habla de la investigación a una presunta trama de corrupción que involucra al consorcio Televisa por sobornos a funcionarios de la FIFA para conseguir los derechos de transmisión de varias Copas del Mundo, incluida la próxima a realizarse en México, Estados Unidos y Canadá en 2026.

Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, eludió referirse al tema. Escueto, por momentos incómodo por la insistencia ante la magnitud del caso, respondió de manera ambigua de los preparativos, como una certeza de que a pesar de todo, el futbol mexicano sigue su marcha rumbo al 2026.

-¿Nada de lo que ha surgido en los últimos días tambalea los preparativos para el Mundial de 2026?, -se le preguntó cuando llegó a la zona de invitados especiales en el Autódromo Hermanos Rodríguez unas horas antes del Gran Premio de la Ciudad de México.

-Tendremos por tercera vez un Mundial en el estadio Azteca; también lo tendremos en el estadio de Rayados y el de Chivas. Vamos a esperar el sorteo para ver a quién le tocará enfrentar a la selección nacional, mientras tanto a seguir apoyando con todo.

-¿Siguen firmes los preparativos a pesar de lo que ha surgido en los últimos días (con el tema de FIFA y Televisa)? -se le reiteró.

-Estamos otra vez con el tiempo encima y con un gran Mundial como va a ser el de 2026, -dijo como si nada tuviera un efecto con los preparativos de la próxima Copa del Mundo.

-¿No empaña esto (el escándalo de Televisa) los preparativos para el Mundial 2026?

-Gracias, gracias, -dijo mientras se retiraba visiblemente nervioso y apresurado.

México tiene programados trece partidos, entre ellos el de inauguración en el estadio Azteca, que lo convertirá en el primero en recibir tres Copas del Mundo, además de ser el único que albergará tres celebraciones de apertura.

La investigación a Televisa la realiza el Departamento de Justicia de Estados Unidos por el presunto pago de sobornos a dirigentes FIFA para obtener los derechos de transmisión de los Mundiales de 2018, 2022, 2026 y 2030.

Un escándalo que se hizo público en 2015 y fue bautizado como FIFAgate y que hace unos días alcanzó a Emilio Azcárraga Jean, quien solicitó licencia de su cargo como presidente del consejo de administración en el consorcio.

El jueves se anunció la decisión de quien estuvo en el cargo desde 1997, tras la muerte de su padre Emilio Azcárraga Milmo.

Los efectos fueron inmediatos en las acciones de la compañía que reportaron una caída del 8.86 por ciento en Bolsa Mexicana de Valores.

Cuando en 2017 testificó Alejandro Burzaco, ex director ejecutivo de la empresa argentina Torneos y Competencias, hizo un señalamiento contra Televisa, según el cual el consorcio mexicano -junto con otras dos empresas- había pagado 15 millones de dólares a Julio Grondona, quien fue directivo de FIFA, para conseguir los derechos de transmisión de las Copas del Mundo en 2026 y 2030. En aquella ocasión la televisora rechazó el señalamiento.

 

 

 

 

 

 

 

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