Ciudad de México. Ante el condicionamiento de los republicanos al gobierno de Joe Biden para enviar apoyo militar a Ucrania a cambio de mayores medidas en la frontera con México y hasta posibles sanciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió que nuestro país “no es moneda de cambio”.

Interrogado en la mañanera de este viernes sobre las condiciones puestas por los legisladores del partido Republicano a la administración de Biden para liberar fondos en favor de Ucrania (en la guerra que mantiene con Rusia) a cambio de endurecer las medidas migratorias, el mandatario mexicano criticó esta intentona.

“Nosotros no aceptamos ningún condicionamiento, es nuestra libertad como país independiente, soberano, nosotros no podemos ser moneda de cambio de nadie, de ningún país extranjero”, aseveró.

El tabasqueño incluso enfatizó que México está haciendo su parte en el tema migratorio, como la inversión de 4 mil millones de dólares para atender las causas.

Por lo que cuestionó: “¿Cómo nos van a culpar a nosotros del fenómeno migratorio? ¿Qué culpa tenemos si estamos ayudando y cooperando muchísimo? ¿Saben cuánto destinamos cada año atender el fenómeno migratorio en México? Cuatro mil millones de dólares”.

En diciembre pasado, los senadores del partido Republicano retiraron su apoyo a la intentona de la Casa Blanca por enviar más apoyos a Ucrania, y lo condicionaron a cambio de endurecer las medidas migratorias, de asilo , detenciones de migrantes menores de edad, ampliar la construcción del muro y reiniciar el programa Quédate en México.

Ante pregunta sobre el tema, López Obrador remarcó que México ha insistido en que lejos de endurecer las causas, se deben atender las causas del fenómeno migratorio, y dijo que no le preocupa que Biden pueda aceptar las condicionantes de los republicanos.

“No me preocupa porque el presidente Biden, incluso el presidente (Donald) Trump fue respetuoso de la soberanía de México, los dos. Entonces, hay quienes en el Congreso, en los partidos, pueden estar pidiendo sanciones a México, pero no prospera, y además sería injusto y no lo aceptaríamos, no hay nada, son muy buenas las relaciones que tenemos”.

A la par, el jefe del Ejecutivo criticó esas medidas antimigratorias de un sector de los republicanos, como los gobernadores de Texas, Greg Abbott; y de Florida, Ron DeSantis.

Calculó que esas posiciones serán perjudiciales en las aspiraciones políticas de ambos en con miras al proceso electoral estadunidense de este año.

Y para ello mostró un gráfico en el que se evidencia la caída que ha tenido DeSantis en las preferencias electorales de los simpatizantes republicanos, contra el ex presidente Trump en la lucha por la candidatura presidencial de su partido.

Estimó que esa caída está relacionada con la aplicación de políticas antinmigrantes de parte del gobernador del Florida.

“Miren el comportamiento, de DeSantis, estaba arriba, pero en vez de subir, cuando empieza con sus políticas inhumanas y modificaciones a las leyes para afectar a migrantes, miren lo que les pasa”. Y mostró que mientras Trump tiene actualmente preferencias por 49 por ciento, el gobernador de Florida ha caído a 18.

Así, continuó: “El gobernador de Texas debe estar ya cayendo, políticamente hablando, electoralmente hablando, por todas las medidas que está tomando”.

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