El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, consideró este martes que se debe contemplar a los pequeños ganaderos, ya que cerca de 65 por ciento de quienes se dedican a actividades agrícolas en América Latina trabajan en esta industria.

Al inaugurar la primera Conferencia Regional para la Transformación Sostenible de la Ganadería de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indicó desde balneario uruguayo de Punta del Este, comentó que “en un contexto en que la producción se intensifica y optimiza, es importante que la economía contemple la inclusión de los pequeños productores para que no queden excluidos ante los grandes establecimientos”.

Señaló que la institucionalidad y las políticas públicas también deben ser sostenibles, para que los procesos puedan mantenerse en el tiempo. “Algo que asegura la sostenibilidad (…) es la confianza, y es lo que nosotros hemos tratado de generar en estos años”, aseveró.

Por su parte, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca uruguayo, Fernando Mattos, celebró la decisión de la FAO de realizar el evento en Uruguay, al asegurar que “elige el país más ganadero del mundo”. Resaltó que más de 55 por ciento del territorio nacional conserva las pasturas naturales, por lo que la producción continuará siendo sostenible en el futuro.

Indicó, además, que Uruguay, un actor principal en la exportación de productos ganaderos, puede producir alimentos para millones de habitantes de naciones desarrolladas. En ese sentido, debe mantener el apego a las normas, las pasturas, la buena nutrición y la genética, indicó.

Mario Lubetkin, subdirector general y representante regional de la FAO, destacó el “rol del liderazgo” que tomó Uruguay como sede del congreso y manifestó su confianza en que los resultados del evento “ayuden al país y a la región a acelerar los escenarios económicos”.

La titular de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, manifestó que el mundo atraviesa un cambio de paradigma, en el que gobiernos y empresas han incorporado el impacto ambiental de sus decisiones y procesos. Al respecto, consideró que esto debe integrarse a la política económica para determinar el crecimiento del país y generar empleo.

En el ámbito internacional, entonces, el mensaje ha sido claro: los países que contribuyen al cuidado ambiental deben recibir un reconocimiento económico, como la reducción de los costos de financiamiento, manifestó.

Arbeleche y Mattos coincidieron por separado que el sector no es causante del cambio climático, sino “víctima” de los países desarrollados que generan emisiones desde otros sectores.

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