Nueva York. El genocidio de los pueblos autóctonos continúa en Estados Unidos, denuncia la estrella de origen indígena Lily Gladstone, en un filme sobre la desaparición de una mujer de una tribu en Oklahoma.

Lanzada al estrellato en 2023 por su papel en la película Killers of the Flower Moon (Los asesinos de la Luna) de Martin Scorsese, por el que fue nominada a los premios Óscar, Lily Gladstone es la protagonista de Fancy Dance, que salió este viernes en algunos cines del país, después de ser presentada el año pasado en el festival de cine independiente de Sundance.

A partir del 28 de junio se podrá ver en la plataforma Apple TV+.

Dirigida por Erica Tremblay, la película está también escrita, producida e interpretada casi exclusivamente por mujeres indígenas, igual que la directora.

La fuerza de esta ficción, que más bien parece un documental, es hacer saber nuestras necesidades como mujeres indígenas, en particular ante la epidemia de las desapariciones y asesinatos de las personas indígenas, declaró Gladston a Afp.

Para la actriz, originaria de la reserva Pies Negros (Blackfeet) en Montana (noroeste), estas desapariciones y homicidios que nunca son aclarados no son más que el genocidio de los pueblos autóctonos, iniciado en EU con la llegada de los primeros colonos europeos en los siglos XVI y XVII.

Sola y pobre

En Fancy Dance, que también produce, Lily Gladstone encarna a Jax, una mujer sola y pobre, miembro de la nación Séneca-Cayuga en Oklahoma (sur) –una de las tribus descendientes de los iroqueses que formaron las Cinco Naciones– y cuya hermana ha desaparecido.

Enfrentada a la indiferencia de la policía federal (FBI) y a la falta de recursos que afecta la investigación de su hermano, un oficial de policía de la reserva (interpretado por Ryan Begay), Jax se propone encontrar a su hermana.

En su periplo, la ayuda su joven sobrina (Isabel Deroy-Olson), que espera encontrar a su madre desaparecida para un gran pow-wow, una reunión tradicional de naciones y tribus nativas estadunidenses.

En el estado noroccidental de Oregón, las desapariciones de mujeres aborígenes fueron elevadas a la categoría de emergencia en un informe oficial en 2019.

Pero más de cuatro años después, los avances en las investigaciones siguen siendo limitados, según denunció la semana pasada la revista estadunidense InvestigateWest.

En la pasada década, las autoridades federales y regionales de Estados Unidos han tomado conciencia del desproporcionado número de desapariciones y asesinatos de indígenas, sobre todo mujeres, señala este medio de investigación con sede en Seattle, en el noroccidental estado de Washington.

Epidemia de desapariciones

Basándose en estimaciones oficiales, InvestigateWest afirma que, en todo el país, miles de casos de aborígenes desaparecidos o asesinados siguen sin resolverse.

Y para las mujeres de entre uno y 45 años, el homicidio es una de las principales causas de muerte.

La documentalista Erica Tremblay, miembro de la nación Séneca-Cayuga y cuyo primer largometraje de ficción es Fancy Dance, también está alarmada por esta epidemia de desapariciones y asesinatos de indígenas.

Un genocidio sólo se detiene si consigue su objetivo o si le ponemos fin, analiza.

Tremblay denuncia que no se habla de este genocidio que sigue teniendo lugar hoy día en Estados Unidos, en jurisdiccional de las tribus y naciones nativas estadunidenses para perseguir estos crímenes.

Para Lily Gladstone la situación no mejorará hasta que se colmen estas lagunas jurisdiccionales, se restablezca la soberanía y los indígenas estén en condiciones (…) de recuperar (su) tierra.

La joven actriz Isabel Deroy-Olson está encantada con “lo que Fancy Dance hace tan bien: contar una historia tan real”.

Es una obra de ficción, pero es muy real para nuestras comunidades, dice con una sonrisa.

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