Beirut, Líbano. El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, aliado del movimiento proiraní Hezbolá, acusó el lunes a Israel de “violación flagrante” del alto al fuego con el grupo islamista, tras los bombardeos israelíes en un puesto del ejército y un pueblo fronterizo.

Berri afirmó en un comunicado que Israel había violado “al menos en 54 ocasiones” el acuerdo de alto el fuego que entró en vigor el 27 de noviembre.

Israel rechazó inmediatamente estas acusaciones.

“Escuchamos que Israel está violando el acuerdo de alto el fuego en Líbano”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gideon Saar. “Al contrario, Israel lo está haciendo cumplir” en respuesta “a las violaciones de (el grupo islamista) Hezbolá que exigen una acción inmediata”, afirmó citado en un comunicado.

Berri hizo un llamado al comité encargado de supervisar la tregua, que integran Estados Unidos y Francia, para “que empiece urgentemente su acción y obligue a Israel a poner fin a sus violaciones y a retirarse” del territorio libanés.

Desde la entrada en vigor de la tregua, se registraron varios bombardeos israelíes en Líbano. Hezbolá, por el momento, no anunció que replicaría.

Un dron israelí fue dirigido el lunes contra un puesto del ejército libanés en Hermel, una región del valle de Becá, en el este de Líbano, una zona muy alejada de la frontera con Israel. El ataque dejó un herido entre los militares, según el ejército.

Un hombre murió en un bombardeo israelí con dron en el pueblo de Maryayún, en el sur de Líbano, indició el ministerio de Salud.

Israel viola tregua en más de 50 ocasiones 

Hezbollah disparó hacia una zona fronteriza controlada por Israel este lunes, en el primer ataque del grupo miliciano desde que entró en vigor su alto al fuego con Israel la semana pasada, después que Líbano acusara a Israel de violar la tregua más de 50 veces en los últimos días.

El ejército israelí indicó que se lanzaron dos proyectiles hacia el Monte Dov, un territorio disputado controlado por Israel conocido como Granjas de Shebaa en Líbano, donde se encuentran las fronteras de Líbano, Siria e Israel. Israel afirmó que los proyectiles cayeron en áreas abiertas y no se reportaron heridos.

Hezbollah declaró en un comunicado que atacó una posición militar israelí en la zona como una “respuesta defensiva y de advertencia” luego de lo que calificó como “violaciones repetidas” del acuerdo de alto al fuego por parte de Israel. Afirmó que las quejas a los mediadores encargados de monitorear el alto al fuego “fueron inútiles para detener estas violaciones”.

El alto al fuego, mediado por Estados Unidos y Francia, entró en vigor el miércoles y establece una pausa de 60 días en los combates, con el objetivo de poner fin a más de un año de intercambios de fuego entre Hezbollah e Israel.

Desde entonces, Israel ha llevado a cabo una serie de ataques en Líbano, el más reciente este lunes, cuando un ataque de dron mató a un hombre en una motocicleta en el sur de Líbano y otro impactó un bulldozer del ejército libanés en la ciudad nororiental de Hermel, hiriendo a un soldado. El ejército libanés se había mantenido al margen de la guerra entre Israel y Hezbollah.

Israel sostiene que los ataques son en respuesta a las violaciones de Hezbollah al alto al fuego, sin dar detalles específicos.

Durante el período de 60 días, tanto Israel como Hezbollah deben retirarse del sur de Líbano. Hezbollah debe replegarse al norte del río Litani, que está a unos 30 kilómetros de la frontera israelí-libanesa. El lugar del ataque de dron del lunes al bulldozer del ejército libanés estaba muy al norte del Litani. El sábado, dos personas murieron en un ataque aéreo en la provincia de Marjayoun, según medios estatales libaneses.

El presidente del parlamento libanés, Nabih Berri, acusó a Israel el lunes de cometer 54 violaciones del alto al fuego, incluyendo la supuesta demolición de casas en aldeas fronterizas, el sobrevuelo persistente de drones de reconocimiento israelíes y ataques aéreos que han causado víctimas.

En declaraciones al periódico libanés Al Joumhouria, Berri pidió una intervención urgente para detener lo que llamó “violaciones flagrantes”.

Estados Unidos y Francia están encargados de monitorear el cumplimiento del acuerdo. Israel afirma que se reserva el derecho, según el acuerdo, de responder a las violaciones percibidas del alto al fuego.

 

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