Venecia. La habitación de al lado, el primer largometraje en inglés del director español Pedro Almodóvar, obtuvo este sábado el León de Oro de la 81ª Mostra de Venecia.

La película (The room next door, en inglés) narra la decisión de una veterana periodista (Tilda Swinton) de suicidarse a causa de un cáncer incurable. La enferma pide a una vieja amiga (Julianne Moore) que la acompañe en esos últimos días.

“Despedirse de este mundo dignamente es un derecho fundamental”, declaró Almodóvar al recoger el premio.

La eutanasia, dijo el director español, “no es un asunto político, sino humano”.

“Sé que este derecho atenta contra cualquier religión o credo que tenga a Dios como única fuente de vida (…) Yo les pediría a los practicantes de cualquier credo que respeten y no intervengan en decisiones individuales al respecto”, añadió.

El premio supone el regreso de Almodóvar al podio en la Mostra desde 1988, cuando ganó el premio al mejor guión por Mujeres al borde de un ataque de nervios.

A sus 74 años, el director de Laberinto de pasiones se consagra con su primer largometraje en inglés, ambientado en el estado de Nueva York, tras varios proyectos en esa lengua que no llegaron a cuajar.

Almodóvar es el director español más conocido internacionalmente, autor de una obra que contribuyó decisivamente a cambiar la imagen artística del país a lo largo de décadas.

La habitación de al lado es su 24º largometraje. En inglés ya rodó dos mediometrajes, La voz humana (con Tilda Swinton, 2020) y Extraña forma de vida el año pasado.

Dos veces oscarizado, también galardonado en Cannes, Almodóvar es un director conocido por el control meticuloso de su obra, desde la estética al guion (una tarea que nunca ha compartido con nadie) pasando por el vestuario o la escenografía.

Irrumpió como principal protagonista de la Movida madrileña a principios de los años 1980. Su cine era rompedor, principalmente a base de comedias como ¿Qué he hecho yo para merecer esto o Mujeres al borde de un ataque de nervios, su gran éxito de 1988, Óscar a la mejor película extranjera.

En la última década ha ido decantándose hacia un cine más introspectivo, que mira hacia su niñez (La mala educación) o su carrera como director (Dolor y gloria).

La habitación de al lado es una meditación sobre el ocaso de la vida, su obsesión de los últimos años, y sobre la decadencia física.

“No puedo entender que algo que está vivo tenga que morir. La muerte está en todas partes, pero es algo que nunca acabé de entender”, confesó Almodóvar ante la prensa en Venecia.

La película suscitó un gran entusiasmo el día de su estreno en el Lido, el 2 de septiembre. Almodóvar tuvo que salir a firmar autógrafos en la sala, ante la mirada emocionada de Swinton y Moore.

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