Washington y Nueva York. La reunión entre secretarios de gabinete estadunidenses y mexicanos hoy para negociar medidas de control del flujo migratorio en el frontera estadunidense, ofrece más pruebas de que el gobierno de Joe Biden necesita la colaboración de México tanto para abordar el tema migratorio como para obtener un acuerdo negociado con el Congreso estadunidense para financiar más armas y otros acuerdos para las guerras en Ucrania y Gaza.

Altos funcionarios estadunidenses en sesión informativa con periodistas este jueves reiteraron que la reunión bilateral del viernes es para afinar los intereses compartidos de ambos países en reducir el flujo migratorio indocumentado. Pero todo indica que en esta coyuntura, Estados Unidos necesita a México sobre migración mucho más que México de Estados Unidos.

Si Washington logra un acuerdo sobre la frontera, su éxito o fracaso finalmente podrá depender de la reacción en México, afirma el medio político Semafor esta semana.

Las encuestas muestran que una mayoría de estadundienses no tiene confianza en la capacidad de Biden para manejar el asunto migratorio –incluyendo no pocos demócratas– y el tema es uno de los ejes centrales del debate electoral y clave en la ofensiva republicana contra Biden. A la vez, los republicanos han condicionado la aprobación de un paquete de asistencia de 106 mil millones de dólares propuesto por Biden para Ucrania e Israel a cambio de nuevas medidas antimigrantes incluyendo cierres de parte de la frontera, limitar aún más las solicitudes de asilo e incrementar las deportaciones masivas ante lo que llaman el fracaso demócrata de controlar el flujo migratorio.

Se ha reportado extraoficialmente que Biden ha accedido a varias de estas propuestas, pero las pláticas se han prolongado por meses. El senador demócrata Chris Murphy, uno de los negociadores, dice que una de las razones por la demora en la complicada negociación sobre nuevas medidas fronterizas es que se requiere negociar con otros poderes extranjeros. Si estás creando nuevas autoridades, la reacción de tus socios internacionales importa. Es por ello que no se puede redactar un proyecto de ley de reforma migratoria con cambios en la política fronteriza de un día para otro, debes tener mucho cuidado en cómo está redactado, incluir socios, y el gobierno mexicano en particular, reaccionará, le comentó a Semafor.

Por ejemplo, si Washington ordena un cierre parcial de la frontera, eso implicaría que, en efecto, migrantes serían expulsados al lado mexicano. Si Estados Unidos endurece los requisitos para los solicitantes de asilo, eso implicaría que habrá cada vez más personas expulsadas a México o que tendrán que ser transportadas de regreso a sus países de origen.

Esta semana, algunos republicanos expresaron que quieren aún más en esta negociación. El diputado republicano Mike McCaul, poderoso presidente del Comité de Asuntos Exteriores, está encabezando a una delegación legislativa a México con un objetivo claro: “nos reuniremos con líderes mexicanos para enfatizar la importancia de reincorporar ‘Quédate en México’”, en referencia al programa impulsado primero por el entonces gobierno de Donald Trump que obligaba a solicitantes de asilo a esperar del lado mexicano mientras se evaluaban sus peticiones.

Sin embargo, un funcionario estadunidense descartó que Biden acepte restablecer Quédate en México, señalando que habían llevado hasta la Suprema Corte su lucha para rechazar esa medida.

Altos funcionarios estadunidenses declinaron de nuevo ofrecer detalles sobre las medidas particulares que estarán bajo discusión en la reunión bilateral de hoy. Pero una alta funcionaria aclaró que México ha estado haciendo mucho más que nunca sobre aplicación de la ley en torno a la migración. Por ejemplo, señaló la disposición de México de retornar a venezolanos a su país de origen, evitar que migrantes suban a trenes y autobuses hacia la frontera y nuevas restricciones de visas para migrantes que cruzan por México.

Por ahora, en lo que va de enero, el flujo migratorio indocumentado a través de la frontera con Estados Unidos se ha reducido notablemente, aunque expertos y funcionarios creen que se debe a las tendencias de esta temporada y que, sin más medidas, ese flujo se incrementará en los próximos meses, justo al acelerarse la contienda electoral estadunidense.

Hay algunas indicaciones de que el Congreso podría estar listo para aprobar medidas la próxima semana. Senadores republicanos estaban complacidos ante la posibilidad de lograr sus objetivos en torno a la frontera. Este es un momento histórico para reformar la frontera, declaró el senador Lindsey Graham quien señaló que previos acuerdos legislativos sobre migración siempre han incluido tanto más medidas de seguridad fronteriza como propuestas para ofrecer vías de legalización de indocumentados, pero no esta vez. Obtener este tipo de seguridad fronteriza sin conceder una vía hacia la ciudadania no tiene antecedente, dijo jubiloso.

Y no son sólo los republicanos que dicen preocuparse por la frontera en esta coyuntura electoral. El liderazgo republicano de la cámara baja promovió un voto simbólico para una resolución que condena lo que llaman una crisis de seguridad nacional en la frontera con México y que llama a Biden a abandonar lo que acusan es su política de fronteras abiertas. Todos los republicanos votaron a favor, junto con 14 demócratas.

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