Bogotá. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró ayer que el problema de la inmigración irregular no se resuelve con deportaciones, defendió las relaciones internacionales como un intercambio provechoso entre pueblos, y anunció que esta madrugada regresan al país con dignidad un grupo de 110 deportados de Estados Unidos.

Un día después de que el presidente Donald Trump declaró una guerra comercial y anunció la imposición de aranceles de 25 por ciento a los productos colombianos, tras la negativa de Bogotá a recibir a deportados colombianos en un avión militar, el mandatario estadunidense comentó ayer: en Colombia aceptaron casi de inmediato. Nos estaban regañando porque los teníamos con cadenas, él (Petro) decía que no era forma de tratarlos, pero son asesinos, capos de la droga y miembros de pandillas.

En su primera declaración luego de lo que su gobierno calificó de impasse ya superado con Estados Unidos, Petro subrayó: jamás podemos aceptar que se nos impongan condiciones, y aseveró que la solución a la migración irregular pasa por actuar sobre las causas.

Indicó que las políticas internacionales redactadas durante décadas desde la Casa Blanca, incluyendo sanciones y bloqueos económicos y su fallida lucha contra las drogas, son causantes en gran medida de la migración de millones de personas en la región.

La prohibición de las drogas de bajo impacto como la mariguana y la cocaína, nos han llevado a ser la región más violenta del mundo, y eso dispara la migración a Estados Unidos, escribió en X.

En relaciones internacionales debemos tener claro un principio; podemos llegar a acuerdos provechosos para los pueblos, podemos discutir libremente en las mesas diplomáticas, disentir si es el caso, pero jamás podremos aceptar que se nos impongan condiciones. La diplomacia no es para subordinar pueblos o arrodillarlos… debe ser franca y libre, pero siempre entre iguales, agregó.

Anunció: en la madrugada llegarán nuestros connacionales. Los traerá nuestra aviación y llegarán sin estar esposados. Esta disposición: dignidad para el deportado, se pondrá a todos los países que nos envíen deportaciones, y es apoyada por la Organización de Naciones Unidas.

Más temprano, la cancillería colombiana anunció que un avión de la fuerza aérea partiría a San Diego, California, para traer de regreso a 110 connacionales deportados desde Estados Unidos.

Los empresarios colombianos pidieron que prevaleciera la cabeza fría. Fue muy preocupante la forma en que el presidente abordó el problema porque no fue consciente de todas las consecuencias que tenía para un país como el nuestro meternos en una guerra comercial con Estados Unidos, afirmó Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios.

En contraste, la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia refrendó su apoyo a la postura asumida por Petro ante los atropellos de Washington contra los inmigrantes latinoamericanos.

La cancelación de las citas para visas a ciudadanos colombianos en la embajada de Estados Unidos en Bogotá, que se mantuvo a pesar del acuerdo, dejó frustrados a muchos, que dijeron a Reuters haber recibido correos electrónicos anunciando que las citas serían reprogramadas.

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