Quito. El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, justificó hoy lunes la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, durante la irrupción el pasado 5 de abril de policías en la Embajada de México en Quito, donde el político se encontraba refugiado para evadir cargos por varios casos de corrupción.
“Mi obligación es cumplir con los dictámenes de la justicia y no podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes muy graves”, dijo Noboa en un mensaje a la comunidad internacional difundido en su cuenta de X.
Sostuvo que no se podía correr el riesgo de fuga “y se burlen nuevamente del pueblo ecuatoriano”, por lo que, en una situación compleja y sin precedentes, tomó “decisiones excepcionales” para proteger la seguridad nacional, el Estado de Derecho y la dignidad de un pueblo que “rechaza cualquier acto de impunidad a criminales, delincuentes, corruptos o narcoterroristas”.
Remarcó que Ecuador es un país de paz y justicia que respeta a todas las naciones y al derecho internacional, y reiteró a México, cuyo Gobierno rompió relaciones diplomáticas con el país, su disposición para “resolver cualquier diferencia, pero que la justicia no se negocia, y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos”.
En esa línea, el presidente criticó las reacciones de algunos grupos de “políticos ecuatorianos caducos” que “han tratado de volverlo una lucha ideológica, tratando de encasillarme en un extremo del cual nunca he sido parte”.
Dijo que se están “jugando el país” y que todas estas críticas salen en momentos en que Ecuador vive un “conflicto armado interno” contra grupos del crimen organizado y en el marco en que los ecuatorianos votarán en una consulta popular el próximo 21 de abril, en la que contestarán 11 preguntas sobre temas de seguridad, justicia y empleo.
La detención de Glas en la embajada mexicana se produjo después de que el Gobierno de ese país le concediera asilo político por considerarle perseguido, decisión que fue rechazada por el Ejecutivo de Ecuador que la calificó como un “acto ilícito”.