Damasco. Un bombardeo israelí destruyó ayer un anexo de la embajada de Irán en Siria y mató a por lo menos 11 personas, entre ellas siete miembros de los Guardianes de la Revolución, incluidos dos altos mandos. Teherán prometió responder de manera decisiva a este ataque sin precedente y pidió que el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condene la ofensiva.

El ejército de la república islámica confirmó el fallecimiento de siete de sus miembros, entre ellos dos altos mandos de la Fuerza Quds –su brazo de operaciones exteriores–, Mohamad Reza Zahedi y Mohammad Hadi Haji Rahimi.

El ataque destruyó todo el edificio, matando e hiriendo a todos los que estaban dentro, y se está trabajando para recuperar los cuerpos y rescatar a los heridos de entre los escombros, afirmó el ministerio sirio de Defensa, mientras en el lugar los servicios de emergencia buscaban víctimas bajo los restos.

Sólo quedó en pie la puerta del edificio, con un cartel que mencionaba sección consular de la embajada de Irán.

El embajador iraní en Siria, Hossein Akbari, quien resultó ileso, aseguró a la televisión estatal de su país que el bombardeo se realizó con “aviones de combate F-35 y seis misiles”.

Irán solicitó al Consejo de Seguridad que convoque una reunión urgente para tratar el atroz y odioso ataque terrorista contra las instalaciones diplomáticas de la República Islámica de Irán en la República Árabe Siria y que dadas las amplias consecuencias de estos horribles crímenes, que pueden agravar las tensiones en la región y potencialmente provocar más conflictos con otros países, detenga el acto criminal y el ataque terrorista del régimen israelí y lo condene en los términos más contundentes, informó la agencia de noticias oficial iraní, Irna.

Esta cobarde acción supone una clara violación de la Carta de Naciones Unidas, de las leyes internacionales y del principio fundamental de inmunidad de las sedes diplomáticas y consulares, prosigue la misiva enviada a la ONU, y cita la Convención sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la Convención de Viena de 1973.

 

Servicios de emergencia trabajan entre los escombros del edificio de la embajada iraní en Damasco tras el ataque israelí con misiles. Foto Ap/Sana

El texto señala que el bombardeo se realizó con misiles lanzados desde los Altos del Golán, ocupados por Israel.

El premier israelí, Benjamin Netanyahu, perdió completamente el equilibrio mental debido a los sucesivos fracasos del régimen israelí en Gaza y a la incapacidad de lograr los ambiciosos objetivos de los sionistas, afirmó el canciller iraní, Hossein Amir Abdollahian.

Consultado por periodistas sobre este bombardeo, el portavoz del ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari, respondió que no comentaba las informaciones de la prensa extranjera.

El gobierno de Rusia calificó el ataque de inaceptable.

El movimiento Hezbollah, respaldado por Irán, aseguró que el bombardeo no pasará sin que el enemigo sea castigado y reciba venganza.

Hamas se sumó a las condenas en los términos más enérgicos y afirmó que suponía una peligrosa escalada.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, destacó que esta acción se produjo tres días después de otros ataques israelíes en Siria en los que murieron 53 personas, entre ellas 38 soldados sirios y siete milicianos del Hezbollah.

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