Tel Aviv. Israel no ha aportado evidencia de que empleados de la agencia de Naciones Unidas para Refugiados Palestinos (Unrwa) sean miembros de organizaciones terroristas, de acuerdo con una revisión independiente encabezada por la ex ministra francesa Catherine Colonna.

La ONU designó a Colonna en febrero para dirigir la revisión de neutralidad de la Unrwa, después de que Israel sostuvo que 12 empleados de la agencia tomaron parte en el ataque de Hamas el 7 de octubre, durante el cual militantes mataron a unas mil 200 personas y tomaron en rehenes a 250. El ataque de Hamas desencadenó la devastadora guerra de Israel en Gaza, en la que, según funcionarios palestinos de salud, han perecido más de 33 mil personas, y que agencias de la ONU señalan que ha dado pie a una hambruna de fabricación humana.

The Independent revisó una copia del informe de 48 páginas relativo a la neutralidad de la agencia de la ONU, el cual encontró que Israel nunca expresó dudas respecto a ninguna persona incluida en las listas del personal que recibe cada año desde 2011. El informe también encontró que la Unrwa cuenta con robustos marcos operativos para mantener la neutralidad en Gaza, los cuales son más desarrollados que los de grupos similares de la ONU, si bien persisten temas relativos a la neutralidad.

Entre estos temas, citó casos de empleados que expresan opiniones políticas en público, libros de texto de contenido problemático en países anfitriones, y empleados sindicalizados politizados que hacen amenazas contra la dirección de la Unrwa y causan perturbaciones en la operación.

Israel, que desde hace tiempo condena a la agencia y ha cabildeado para silenciarla, aumentó sus acusaciones en marzo, cuando aseguró que más de 450 de sus empleados eran operativos militares en grupos terroristas de Gaza.

Esas acusaciones condujeron a que 16 países, entre ellos Estados Unidos y Gran Bretaña, pausaran o suspendieran financiamiento por 450 millones de dólares, un golpe paralizante para la agencia, que ya batallaba por responder a la crisis humanitaria sin precedente que ha devastado a Gaza.

La Unrwa, que da empleo a unas 13 mil personas en Gaza, es la mayor proveedora de ayuda en el enclave.

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, señaló en un comunicado que acepta las recomendaciones contenidas en el informe de Colonna dirigidas a mejorar la capacidad de la agencia para supervisar y atender temas de neutralidad. Llamó a todas las naciones a dar apoyo activo a la Unrwa, que es una línea de vida para los refugiados palestinos en la región.

Por separado, la Oficina de Asuntos de Supervisión Internacional de la ONU realiza también una investigación sobre el ataque del 7 de octubre.

En respuesta al informe de Colonna, el ministerio israelí del Exterior llamó a los países donantes a evitar enviar dinero a la organización.

El informe de Colonna ignora la severidad del problema y ofrece soluciones cosméticas que no atienden la enorme extensión de la infiltración de Hamas en la Unrwa, expresó el vocero Oren Marmorstein. No es así como se ve una revisión genuina e integral. Se ve como un esfuerzo para evitar el problema y no atenderlo de frente.

El primer ministro Benjamin Netanyahu ha instado en repetidas ocasiones a cerrar la agencia, afirmando que pretende preservar el tema de los refugiados palestinos.

Philippe Lazzarini, director de la Unrwa, advirtió en marzo sobre una campaña concertada y deliberada para poner fin a sus operaciones, que son esenciales para el territorio sitiado.

Lazzarini precisó que se ha despedido a 10 de los 12 colaboradores de la agencia acusados de participar en los ataques del 7 de octubre, mientras los otros dos han muerto. Se ordenaron otras dos investigaciones, entre ellas la dirigida por Colonna y otra que examina las acusaciones israelíes contra los 12 empleados de la Unrwa.

En una sección clave relativa a la neutralidad del personal, el informe de Colonna señaló que la Unrwa comparte con las naciones anfitrionas, entre ellas Líbano y Siria, así como Israel y Estados Unidos, listas con los nombres de sus 32 mil empleados, incluidos los 13 mil en Gaza.

El informe expresa que es responsabilidad de esos países alertar a la Unrwa sobre cualquier información que pueda indicar que un colaborador no es merecedor de inmunidad diplomática.

Sin embargo, añadió, los funcionarios israelíes nunca expresaron dudas. El ministerio israelí del exterior informó al comité revisor que, hasta marzo de 2024, las listas del personal no incluían números de identificación palestinos, indica el informe.

Sobre la base de la lista del personal de marzo de 2024, que contenía números de identificación palestinos, Israel hizo afirmaciones públicas de que un número significativo de empleados de la agencia son miembros de organizaciones terroristas.

Sin embargo, hasta la fecha las autoridades israelíes no han aportado ninguna evidencia que apoye esas acusaciones ni respondido a cartas enviadas por la Unrwa en marzo, y nuevamente en abril, en las que solicita los nombres y la evidencia que permitirían a la agencia abrir una investigación, concluyó el informe.

Ninguna duda desde 2011

De acuerdo con la Unrwa, el gobierno israelí no le ha informado de ninguna duda concreta relativa a su personal, desde 2011.

Los informes reconocieron que la Unrwa tiene un enfoque más desarrollado sobre la neutralidad que otros grupos similares de la ONU o agencias de ayuda, aunque, pese a este marco robusto, persisten temas relativos a la neutralidad.

En Gaza, uno de los retos a la neutralidad se refiere al tamaño de la operación, ya que la mayor parte del personal es reclutado localmente y al mismo tiempo es receptor de los servicios de la agencia, señaló la revisión.

El informe recomendó establecer un proceso continuo de escrutinio, en especial en el caso de promociones de empleados. Consideró que la Unrwa es irremplazable e indispensable para el desarrollo humano y económico de los palestinos.

Después de la publicación de la investigación independiente, grupos de derechos humanos exhortaron a los países a reanudar la ayuda.

Julia Rosell Jackson, quien trabaja en la agencia ActionAid en Gran Bretaña, sostuvo que, dada la escala de la devastación en Gaza, es imperativo que el Reino Unido “restaure el financiamiento a la Unrwa, el actor humanitario más grande en la franja.

Tiene poco sentido que Gran Bretaña proporcione ayuda en Gaza y al mismo tiempo retenga el financiamiento a la organización esencial que está en la mejor posición para coordinar y apoyar la distribución de esa ayuda.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

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