Irán puso en órbita este sábado un satélite de investigación con un cohete construido por la Guardia Revolucionaria, informaron medios estatales.

El lanzamiento se produce mientras Estados Unidos y los países europeos acusan a Irán de transferir misiles balísticos a Rusia que probablemente se utilizarían en su guerra con Ucrania dentro de unas semanas. Irán lo ha negado.

El satélite Chamran-1, que fue lanzado al espacio por el portador de satélites Qaem-100, fue puesto en una órbita de 550 kilómetros (340 millas) y sus primeras señales habían sido recibidas, dijeron los medios de comunicación, añadiendo que el portador de combustible sólido fue diseñado y construido por la Fuerza Aeroespacial de la Guardia de la Revolución.

La misión principal del satélite, que pesa 60 kg (132 libras), “es probar sistemas de hardware y software para demostrar la tecnología de maniobra orbital en altura y fase”, según los medios estatales.

En enero, los medios iraníes informaron que el satélite Sorayya había sido lanzado a una órbita de 750 km, la más alta del país hasta la fecha.

El ejército estadunidense alega que la tecnología balística de largo alcance utilizada para poner satélites en órbita también podría permitir a Teherán lanzar armas de largo alcance, posiblemente incluidas cabezas nucleares.

Teherán niega que sus actividades con satélites sean una tapadera para el desarrollo de misiles balísticos y afirma que nunca ha perseguido el desarrollo de armas nucleares.

La otra misión de Chamran-1 era “evaluar el subsistema de propulsión de gas frío en sistemas espaciales y el rendimiento de los subsistemas de navegación y control de actitud”, informaron los medios estatales.

Irán, que tiene uno de los mayores programas de misiles de Oriente Medio, ha sufrido varios lanzamientos fallidos de satélites en los últimos años debido a problemas técnicos.

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