Imponer aranceles de 25 por ciento a exportaciones mexicanas como amagó el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sería desastroso, consideró el sector privado del país, el cual expresó su respaldo a las decisiones de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

Octavio de la Torre de Stéffano, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), pidió a los gobiernos de los tres países socios del T-MEC dialogar para fortalecer la relación comercial entre países y la estabilidad económica.

“La medida arancelaria, de llevarse a cabo, podría derivar en disputas comerciales que afectarían la competitividad global de la región, generar crisis económicas e inestabilidad en los mercados comerciales de otras regiones”, advirtió el organismo.

El Consejo Nacional de la Industria Manufacturera de Exportación (Index) indicó que las tarifas que Trump pretende imponer “serían un desastre, pues ocasionarían una contracción de entre 3.6 y 7 puntos del producto interno bruto de Estados Unidos”, lo cual provocaría un aumento en el precio de gasolinas y alimentos, por mencionar algunos.

Recordó que Estados Unidos es el principal inversionista en México y tiene participación en los procesos de manufactura complementaria y plantas bajo el amparo de corporativos de ese país. Acotó que los insumos que requieren las firmas manufactureras, provienen de la Unión Americana para reprocesos y procesos finales por lo que directa o indirectamente se verán afectados los precios ocasionando presiones a su propia inflación.

“Acompañamos el posicionamiento del gobierno de México y de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la necesidad de establecer cooperación y entendimiento recíproco ante los grandes desafíos que implica la relación bilateral a fin de ser complementarios y reforzar la competitividad regional”, señaló el organismo dirigido por Humberto Martínez Cantú.

Abundó que mantiene una estrecha comunicación con la Secretaría de Economía (SE) para conocer y aportar soluciones a las posibles afectaciones que esa medida puede ocasionar para las  exportaciones mexicanas y la manufactura bilateral, pero también para definir las estrategias para sustituir importaciones en donde exista competitiva proveeduría nacional.

La Concanaco comentó que México respondió con medidas recíprocas en 2018, cuando Estados Unidos gravó con 25 y 10 por ciento el acero y aluminio mexicanos, respectivamente.

“Este tipo de acciones, derivadas de decisiones radicales unilaterales, subrayan la necesidad de evitar un círculo vicioso de represalias que impacten negativamente en las economías y poblaciones de las tres naciones”, señaló.

La Concanaco indicó que será fundamental que los gobiernos de México y Canadá trabajen en estrecha colaboración con los sectores privados de sus respectivos países, y se establezcan mesas de trabajo con el gobierno de los Estados Unidos, para atender las demandas y se encuentran soluciones viables que respeten los acuerdos existentes.

Al cierre de la edición, ningún organismo del sector privado expresó una postura, pese a que cuentan con el Cuarto de Junto, mecanismo que se activa para asesorar al gobierno mexicano durante las negociaciones de tratados comerciales.

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