La agencia de ayuda de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) dijo este viernes que abrió una investigación sobre varios empleados sospechosos de estar implicados en los ataques del 7 de octubre en Israel por parte de Hamás y que había cortado su relación con estos miembros del personal.

“Las autoridades israelíes han proporcionado a UNRWA información sobre la presunta implicación de varios empleados de UNRWA en los horribles ataques del 7 de octubre en Israel”, dijo Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA.

“Para proteger la capacidad de la agencia de prestar asistencia humanitaria, he tomado la decisión de rescindir inmediatamente los contratos de estos miembros del personal y poner en marcha una investigación con el fin de establecer la verdad sin demora”.

Lazzarini no reveló el número de empleados supuestamente implicados en los ataques, ni la naturaleza de su presunta implicación. Dijo, sin embargo, que “cualquier empleado de la UNRWA que estuviera implicado en actos de terrorismo” enfrentaría sus responsabilidades, incluso mediante acciones penales.

Un portavoz de la UNRWA no quiso dar más detalles sobre la situación. El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha sido informado de las acusaciones, dijo su portavoz.

“El Secretario General está horrorizado por esta noticia”, dijo el portavoz Stéphane Dujarric.

Dujarric añadió que el jefe de la ONU pidió a Lazzarini que lleve a cabo una investigación para garantizar que cualquier empleado de la UNRWA que se demuestre que participó o fue cómplice de los ataques del 7 de octubre sea despedido inmediatamente y remitido para un posible procesamiento penal.

“Se llevará a cabo una revisión independiente urgente y exhaustiva de la UNRWA”, añadió Dujarric.

La UNRWA, creada en 1949 tras la primera guerra árabe-israelí, proporciona servicios que incluyen escolarización, atención sanitaria primaria y ayuda humanitaria a los palestinos de Gaza, Cisjordania, Jordania, Siria y Líbano.

La UNRWA ha proporcionado ayuda y ha usado sus instalaciones para acoger a personas que huían de los bombardeos y de la ofensiva terrestre lanzada por Israel en Gaza tras los ataques del 7 de octubre, en los que, según Israel, murieron 1.200 personas y 253 fueron tomadas como rehenes.

“Estas escandalosas acusaciones se producen cuando más de dos millones de personas en Gaza dependen de la ayuda vital que la agencia ha estado proporcionando desde que comenzó la guerra”, dijo Lazzarini.

La ofensiva israelí ha arrasado gran parte de la densamente poblada Franja de Gaza y ha matado a más de 26.000 palestinos, según funcionarios sanitarios del territorio.

La UNRWA, cuyos mayores donantes en 2022 fueron Estados Unidos, Alemania, la Unión Europea y Suecia, ha afirmado en repetidas ocasiones que su capacidad para prestar asistencia humanitaria a la población de Gaza está al borde del colapso.

Las misiones diplomáticas de Estados Unidos, Alemania y la Unión Europea en Ginebra no hicieron comentarios de inmediato.

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