Ciudad de México. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) consideró necesario que las autoridades responsables de la seguridad ciudadana y las fuerzas del orden (Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional y Marina), a nivel estatal y nacional, garanticen la protección y el ambiente de paz de tal manera que se eviten, por motivos electorales, las agresiones, atentados y los lamentables asesinatos de candidatos, políticos, familiares, periodistas y demás ciudadanos.

Por lo demás, dijo, la seguridad deberá estar garantizada en todos los rincones del país el próximo domingo 2 de junio, sin excepción alguna.

En un comunicado señaló que el peor de los escenarios, el que mayormente se debe evitar, es aquel en el que el crimen organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral, en cualquier lugar y momento. Expuso que la democracia electoral “mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable, es un signo de la más deplorable corrupción que se debe evitar a toda costa. Por ningún motivo se puede justificar y mucho menos entrar en complicidad”.

Apuntó que México necesita campañas electorales, limpias, legales y austeras; con abundancia de propuestas responsables y serias; dejando de lado las descalificaciones de los contrincantes para dar lugar a la búsqueda de soluciones auténticas para los problemas, tomando en cuenta la seriedad de los mismos. También, afirmó que a todos les conviene la libertad de expresión en el legítimo ejercicio de los comunicadores y los ciudadanos, sin que por ello se ponga en riesgo la vida o seguridad de las personas.

“Requerimos campañas electorales que favorezcan el ejercicio del voto libre, informado y secreto, sin manipulaciones ni engaños, sin injerencias indebidas de las autoridades gubernamentales ni de cualquier índole. Lo decimos con toda claridad: ¡deseamos una elección en la queparticipemos todos!¡evitemos cualquier retroceso democrático!”

La CEM exhortó a todos los ciudadanos, especialmente a los jóvenes a informarse, interesarse y tomar sus propias decisiones buscando el bien de la Nación.

“Igualmente exhortamos a los partidos políticos y candidatos, para que se conduzcan con ética, con altura de miras y que no pierdan de su horizonte de acción el bien común. Esto incluye la más grande de las actitudes cívicas en democracia que es la participación generosa y la aceptación de los resultados finales. Anhelamos que todo el proceso se realice por cauces legales para evitar conflictos postelectorales innecesarios y costosos, fundados en posiciones arbitrarias y sin sustento”.

“Conocemos, -por la información de la que todos disponemos-, la importancia y trascendencia de la próxima jornada electoral. No sólo se trata de elegir Presidente de México, sino también Gubernaturas (9 Estados), Congreso Federal (500 Diputados y 128 Senadores), Congresos Locales y Presidencias Municipales. Pero también sabemos ya de algunos riesgos que amenazan la estabilidad democrática mediante la violencia criminal que, al mismo tiempo, afectan la libertad ciudadana. Estamos a tiempo de evitarlos confiando en la fortaleza de las instituciones electorales y en la honestidad de todos los candidatos” añadió.

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