Ciudad de México. La imagen de Franz Beckenbauer, el señor capitán y principal emblema del futbol de Alemania, emergió de pronto en una de las panta-llas del estadio Allianz Arena para ser recordada por miles de personas en la inauguración de la Eurocopa 2024. El aura del gran quijote de la Mannschaft, campeón del mundo en 1974 y monarca de este torneo en 1972, marcó una inspirada victoria de su selección 5-1 sobre Escocia.

Con el Káiser en las alturas, la bandera de un pasado glorioso para los anfitriones quedó en manos de jóvenes estrellas –Kai Havertz, Jamal Musiala y Florian Wirtz– que intentan ahora ser tan grandes como él. Gracias por todo lo que has hecho por este deporte, nunca te olvidaremos, expresó en un mensaje la UEFA a seis meses de la muer-te de Beckenbauer, en un homenaje que conmovió hasta las lágrimas a su viuda Heidi, encargada de llevar el trofeo hasta el centro del campo.

En medio de una gran ovación a la que se unieron otros emblemáticos capitanes, como Bernard Dietz y Jürgen Klinsmann –campeones de la Euro en 1980 y 1996, respectivamente–, Alemania ofreció su primera gran exhibición colectiva para liderar el Grupo A. Florian Wirtz, el debutante más joven en el Bayer Leverkusen en 2020 con apenas 17 años, recibió sobre la media luna un pase de Joshua Kimmich y remató con la misma precisión hacia el poste derecho, adonde nunca pudo llegar el portero Angus Gunn (minuto 10).

Marca registrada

Si el futbol es más orden que aventura, la nueva generación de la Mannschaft alcanzó ayer la excelencia, esa marca registrada del Káiser. Sólo algunos de los jugadores que hoy dirige el entrenador Julian Nagelsmann coincidieron alguna vez con Beckenbauer. Uno de ellos fue Toni Kross, para quien alguien tan grande y tan buena persona como él merece ser celebrado toda la vida. El resto apenas pudo verlo en videos de YouTube, ceremonias organi-zadas por FIFA o UEFA junto con otras leyendas. Y, sin embargo, el respeto que transmite su nom-bre en un estadio no hay quién lo entienda.

Nacido en Stuttgart, pero con raíces nigeriano-británicas gracias a su padre, Jamal Musiala amplió el marcador antes de los 20 minutos. Kai Havertz entró por izquierda, desorientó con una pausa la carrera de tres zagueros escoceses y retrasó la pelota al mediocampista del Bayern Múnich, quien, al igual que su cómplice, se estrenó como el goleador más joven de su país en la competencia con 21 años (19). Su superioridad era tan elegante y abusiva que no alcanzaba ni el máximo esfuerzo de su rival para poner en riesgo el resultado.

Para cerrar un primer tiempo en el que miles de personas corearon las canciones del grupo estadunidense OneRepublic, de la artista alemana Leony y el trío electrónico italiano Meduza, Havertz, figura del Arsenal inglés, convirtió el 3-0 desde el manchón de penal (45+1). La barrida previa del defensor Ryan Porteous sobre Ílkay Gundogan no sólo fue señalada como falta, sino también le valió la tarjeta roja debido a la dureza de la acción. Con un hombre menos, Escocia se hizo dueña del sufrimiento.

Alemania dominó, armonizó y distribuyó el juego haciendo que sus avances parecieran los de una máquina trituradora. Con ello, logró arrastrar a su rival hasta los límites. Niclas Füllkrug, uno de los más experimentados, con 31 años, se encontró ante el mismo dilema que Wirtz en el primer gol. ¿Qué hacer con una pelota que queda botando en el área grande? La resolución fue la misma: potencia en el remate y una definición que valió más alegrías para el público anfitrión (68).

Ya cerca del final vinieron las últimas dos anotaciones de la Mannschaft, una en contra y otra a favor. Antonio Rudiger se interpuso al portero Manuel Neuer en una jugada de táctica fija y terminó pagando su distracción, empujan-do el esférico en su propia puerta para alegrar a los escoceses (87). Finalmente, Emre Can, seleccionado alemán que vio consagrarse a México en el Mundial Sub-17 de 2011, enfrentando a aquella generación formada por Julio Gómez, Jonathan Espericueta y Carlos Fierro, cerró el estreno de los anfitriones con el 5-1 (90+3).

Nagelsmann, hoy líder del banquillo alemán, se convirtió en el entrenador más joven en la historia de la Euro con 36 años y 327 días. Curiosamente, alineó en su presentación oficial a un elemento mayor que él, el portero Manuel Neuer, de 38 años. El ambiente fue increíble, lo notamos desde que ingresamos por primera vez al estadio, describió en medio de los festejos Füllkrug, autor del cuarto tanto. Era exactamente el comienzo que soñamos. Merecimos la victoria, porque mostramos lo que somos como equipo.

 

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