Washington. Los precios al consumidor de Estados Unidos cayeron inesperadamente en marzo, pero los riesgos de inflación se inclinan al alza después de que el presidente Donald Trump redobló los aranceles a los productos chinos importados, incluso cuando redujo los aranceles a otras naciones.

El índice de precios al consumidor bajó 0.1 por ciento el mes pasado, después de subir 0.2 por ciento en febrero, informó este jueves la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.

El descenso reflejó probablemente el abaratamiento de la energía y la desaparición de los efectos de las subidas de precios de principios de año.

En los 12 meses transcurridos hasta marzo, el IPC avanzó 2.4 por ciento, tras subir 2.8 por ciento en febrero. Los economistas consultados por Reuters habían previsto que el IPC subiera 0.1 por ciento mensual y 2.6 por ciento anual.

El dato se conoce en medio de la guerra arancelaria desatada por Trump, que provocó un desplome de los mercados, aunque el miércoles el mandatario cambió abruptamente de rumbo con respecto a todos los países excepto China, e impuso una pausa en la aplicación de los impuestos por 90 días.

La cifra divulgada este jueves corresponde a días previos a los dramáticos movimientos del mercado que acompañaron a la imposición de aranceles por parte de Trump, por lo que no reflejan los efectos inmediatos ni a largo plazo de esos gravámenes.

Desde el miércoles, los aranceles se sitúan en una línea mínima de diez por ciento para todos los países excepto China, para el que las tarifas aduaneras se ubican en 145 por ciento. Además, Trump también ha expresado su intención de gravar las importaciones de otros productos, como los farmacéuticos y los semiconductores, entre otros.

La Reserva Federal y economistas advierten que la política arancelaria de Trump impulsará la inflación y frenará el crecimiento.

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