En el sector manufacturero es la industria más grande de México, es esencial en las exportaciones, conecta prácticamente con todas las actividades económicas y crea empleo, al mismo tiempo que funciona como uno de los ejes del comercio exterior nacional: se trata de la industria automotriz.

En la balanza comercial, ocupa el primer puesto como generadora de divisas; en Latinoamérica, México figura como el principal fabricante de vehículos y es el séptimo a nivel mundial; aporta más de 20 por ciento al producto interno bruto (PIB) de las manufacturas y alrededor de 4.5 por ciento al PIB nacional, al mismo tiempo que ocupa el quinto puesto en materia de exportaciones mundiales de vehículos, muestran datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y diversos organismos privados.

“En la industria manufacturera figura como uno de los sectores más relevantes, no sólo en términos de producción y valor agregado, sino en los encadenamientos que genera… Por ejemplo, la demanda de un automóvil implica llantas, cristales, refacciones, pintura, componentes eléctricos, chips, etcétera. Entonces se requiere una enorme cadena de proveeduría.

México tiene una industria automotriz consolidada, fuerte y que además es reconocida a nivel mundial, tiene repercusiones básicamente en todas las actividades económicas, apuntó en entrevista Rodolfo Ostolaza, subdirector de Estudios Económicos de Banamex.

De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), genera de forma directa un millón de empleos y 3 millones 500 mil indirectos, aunque su impacto va más allá, pues también impacta en 20 millones de puestos relacionados con el consumo y genera remuneraciones hasta de 30 mil pesos mensuales.

De acuerdo con Ostolaza, cuando se piensa en cómo impacta la industria automotriz en la generación de empleos no solo se debe considerar a las personas que trabajan en las armadoras o fábricas de las empresas productoras de vehículos, pues todos los proveedores de autopartes (asientos, faros, puertas, salpicaderas, etcétera) están conectados, así como aquellos que trabajan en las ventas de autos.

“Y no sólo eso, cuando una empresa toma la decisión de abrir una planta en México, se debe construir infraestructura… Luego viene el tema de la vivienda y con ello se detona el consumo dentro de una población, es decir, le puede dar empleo hasta a aquellas personas que venden desayunos o comidas fuera de las plantas o de las oficinas.”

De acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el sector automotor mexicano tiene un efecto multiplicador en la economía y en la generación de empleos, pues por cada empleo directo en la industria se generan entre cuatro y seis indirectos en otros sectores, como el de servicios y la construcción.

Cifras de la AMIA indican que entre enero y noviembre, la industria automotriz mexicana ha producido 3 millones 764 mil 490 unidades y ha exportado 3 millones 213 mil 132.

Por su parte, el más reciente reporte de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) señala que de enero a noviembre, en el país se han vendido un millón 350 mil 362 vehículos ligeros.

De cara a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), algunos analistas y miembros del sector financiero consideran a esta industria como una de las que dará resultados positivos a la renegociación del tratado, dada la importancia que juega nuestro país. Se estima que un insumo para producir un auto cruza hasta 17 veces la frontera entre México y EU.

La industria automotriz es el mejor reflejo de la integración que estamos teniendo y de otras cosas que se pueden hacer, no es la única industria con estos niveles, pero si marca los últimos 30 años de éxito del TLCAN y que será, también, uno de los componentes que va a condicionar la negociación en positivo para los tres países, aseguró recientemente Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México, el banco de mayor presencia entre los que operan en nuestro país.

“La industria automotriz tiene repercusiones, incluso, con el sector energético; cuando una empresa se instala en México necesita electricidad para poder cubrir todas sus operaciones.

Además, la mano de obra mexicana está calificada, podríamos decir que en la industria automotriz hay una sobredemanda de mano de obra, por diversos factores, eso le deja aumentos a las remuneraciones de los trabajadores del sector, entonces es una industria muy consolidada, muy fuerte, con presencia en Estados Unidos, Europa y Asia, y los autos mexicanos tienen un muy buen reconocimiento en el exterior, agregó Ostolaza.

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