Ciudad de México. A pesar que en México se reconoce el derecho de niñas, niñas y adolescentes al sano esparcimiento, la recreación, el juego y el descanso, los datos recabados por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022 sobre actividad física, revela que más de 65 por ciento de los menores no cumplen con las recomendaciones de activación física.

Además, pasan más de dos horas diarias frente a pantallas, al igual que 91 por ciento de adolescentes, de los cuales 30 por ciento tampoco sigue la recomendación de horas de sueño.

Especialistas advierten que el sedentarismo y la falta de un adecuado descanso eleva el riesgo de sobrepeso y obesidad.

Al respecto, Salvador Villalpando Carrión, médico pediatra y jefe del departamento de Gastroenterología del Hospital Infantil de México, señala que en esta época vacacional el sedentarismo, comer en exceso y pasar más horas frente a la pantalla son los principales riesgos para aumentar de peso.

Experto en el estudio de la obesidad infantil, en la que nuestro país ocupa el primer lugar a nivel mundial, destacó que vencer al sedentarismo en periodo vacacional es un reto, pese a que debería ser una época de juegos y actividad física relacionada con el esparcimiento.

En esta época del año, cuando los niños y adolescentes dejan de estar con su grupo social de amigos y pueden convivir con la familia, indicó, debemos buscar cómo organizar actividades, incluso con los vecinos, fuera de la casa, que permitan el juego y elevar su activación física, para no quedarse sólo en el sofá.

Sin embargo, alertó que también se debe controlar el tiempo diario frente a las pantallas.

En el caso de los menores de dos años, como pediatras recomendamos que haya cero pantallas, ya sea de celulares, tabletas o computadoras, y en los mayores de dos años, sólo se debe permitir media hora de uso por cada año adicional, pero a los 6 años, ninguno debe tener más de dos horas frente a la pantalla.

Destacó que otro factor que se debe considerar es el derecho de los niños a aburrirse. Ahora los papás se han convertido en agentes de la diversión y el entretenimiento de sus hijos, cuando es muy importante dejar que se aburran y de esta forma que ellos mismos puedan echar a volar su imaginación, que tengan procesos creativos, desarrollar el juego individual, e incluso de sus habilidades como la música o el canto.

Al respecto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia advierte que el uso de la tecnología en la primera infancia, es decir, entre los cero y 6 años, no le aporta nada a su desarrollo.

Incluso, puede inhibir el contacto con otros niños de su edad, el vínculo con la naturaleza, la exploración, y aprender a aceptar los tiempos de espera y el aburrimiento. Está comprobado que el exceso de pantallas tiene efectos negativos que pueden ir, desde una baja en su nivel de atención, hasta desarrollar una menor empatía, enfatiza el organismo.

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