Arizona. Los republicanos del estado de Arizona están adoptando una postura intransigente respecto a la frontera con iniciativas de ley que pretenden castigar a los migrantes que entren ilegalmente a Estados Unidos. El promotor de un proyecto de ley sugirió que permitiría legalmente a los propietarios disparar y matar a los migrantes que entren ilegalmente en sus propiedades.

Se prevé que la gobernadora demócrata Katie Hobbs vete el proyecto de ley sobre invasión de propiedad privada, así como otro que fue aprobado por la segunda de ambas cámaras legislativas el miércoles y que tipificaría como delito estatal entrar ilegalmente en Arizona entre los puertos de entrada fronterizos.

Stan Barnes, consultor político radicado en Phoenix y ex senador estatal republicano, afirmó que los legisladores del Partido Republicano “están actuando con base en señales políticas claras de los votantes de que la inmigración y la frontera son su tema número uno”.

Las detenciones por cruces ilegales superaron los 2 millones por primera vez en cada uno de los dos últimos años fiscales, y Arizona se convirtió en los últimos meses en la zona más popular para cruzar.

Los republicanos del Senado estatal anunciaron que la llamada Ley de Invasión Fronteriza de Arizona “protegería a los ciudadanos y comunidades de Arizona de la delincuencia y las amenazas a la seguridad asociadas a la actual invasión fronteriza provocada por la negativa del gobierno de Biden a hacer cumplir las leyes de inmigración”.

La ley permitiría a las agencias policiales locales detener a los ciudadanos no estadunidenses que entren en Arizona desde cualquier lugar que no sea un punto de entrada legal. Una infracción sería un delito menor de primer nivel, y un delito grave de bajo nivel para las reincidencias.

Las maniobras de Arizona coinciden con la campaña que los republicanos están llevando adelante en varios estados, sobre todo en Texas, donde pregonan políticas de inmigración estrictas en vísperas de las elecciones presidenciales de este año.

Un juez federal bloqueó el jueves una nueva ley de Texas que otorgaría a la policía amplios poderes para detener a los migrantes sospechosos de haber entrado ilegalmente en Estados Unidos, rechazando la pretensión del gobernador republicano Greg Abbott de aplicar leyes de inmigración.

La medida cautelar que suspende la entrada en vigor de dicha ley se emitió mientras el presidente Joe Biden y su probable rival republicano en las elecciones de noviembre, Donald Trump, visitaban distintas zonas de la frontera de Texas con México.

La ley federal ya prohíbe la entrada no autorizada de inmigrantes a Estados Unidos. Pero los republicanos de Arizona y Texas afirman que el gobierno estadunidense no está haciendo lo suficiente y que necesitan competencias estatales adicionales.

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