Washington. Estados Unidos impuso el viernes sanciones a 15 miembros del cártel de Sinaloa y a seis entidades en México implicadas en la producción y el tráfico ilícitos de fentanilo y otras drogas mortales, anunció el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos sancionó este viernes a 15 miembros del Cartel de Sinaloa —varios de ellos fugitivos— y seis empresas mexicanas.

Los sancionados están implicados en diferentes etapas y en distintos grados en un esquema de “mercado negro del peso” (BMPE, por sus siglas en inglés) para lavar el dinero producto de la venta del fentanilo ilícito para el Cartel de Sinaloa, de acuerdo con información del gobierno estadunidense.

“La administración Biden seguirá usando toda herramienta a su disposición para perseguir los carteles de drogas violentos que ganan de la venta de fentanilo mortal en nuestro país”, dijo Wally Adeyemo.

El funcionario agregó que las sanciones vienen después del inicio de la Fuerza de Choque Contra Fentanilo del Tesoro, la cual usa las capacidades únicas del Tesoro para interrumpir y quebrantar las redes financieras ilícitas de las que dependen los carteles.

La acción, agregó, fue coordinada cercanamente con el gobierno de México, a través dela Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

La OFAC designó a un negocio de teléfonos celulares establecido en México, Smart Depot, y varios actores relacionados, incluyendo los hermanos Arturo D’ Artagnan Marín González (Arturo Marín) y Porthos Marín González (Porthos Marín), quienes son responsables de operar un esquema de “mercado negro del peso” (conocido como BMPE en inglés) para el Cartel de Sinaloa. Específicamente, en coordinación con abastecedores de fentanilo del Cartel de Sinaloa, los hermanos Marín negociaron las ventas de fentanilo en los Estados Unidos y usaron el producto de las ventas ilícitas —las cuales fueron a granel en dólares americanos— para comprar celulares de empresas estadounidenses. Después de que los celulares fueron trasportados a México, ellos los vendieron en tiendas Smart Depot —localizadas en Culiacán, Sinaloa, Mazatlán, Sinaloa y Cancún, Quintana Roo— adquiriendo así los pesos mexicanos. Mientras las tiendas Smart Depot se expandían y prosperaban, los traficantes del Cartel de Sinaloa recibieron las ganancias por la venta de sus productos ilícitos en su moneda nacional.

También se emitieron sanciones contra los abastecedores de fentanilo, Rolando Verduzco Castro (Rolando Verduzco) y Jesús Manuel León Valdez (alias “El Güero de las Trancas”) (Jesús León), quienes utilizaron el esquema BMPE dirigido por los hermanos Marín para lavar las ganancias ilícitas. Además del fentanilo, Rolando Verduzco es abastecedor de metanfetamina, heroína, y cocaína, y a menudo trabaja con Fausto Isidro Mesa Flores (“Chapo Isidro”). Jesús León, quien fue anteriormente un ejecutor para Joaquín Guzman Loera (“El Chapo”), ahora está bajo la dirección de los llamados Chapitos, los hijos de El Chapo quienes lideran una facción poderosa del Cartel de Sinaloa. Establecido en Las Trancas, Tamazula, Durango, Jesús León supervisa laboratorios clandestinos que producen tanto metanfetaminas como fentanilo.

Casi 80 mil estadunidenses murieron por sobredosis relacionadas con opioides en 2022, según los Centros para el Control de Enfermedades. México por su parte se ha convertido en uno de los principales lugares de tráfico de este potente opiáceo sintético, que cruza el país rumbo a la frontera norte.

“Una de las principales prioridades … (es) detener la entrada ilícita de fentanilo a Estados Unidos y desbaratar a los cárteles que trafican esta droga mortal”, dijo Adeyemo en declaraciones preparadas para ser entregadas en una conferencia de prensa en Phoenix. El anuncio forma parte de la Counter Fentanyl Strike Force del Departamento del Tesoro y del plan de la Gobierno Biden para luchar contra el tráfico ilícito de esta potente driga.

“Desde 2015, las muertes por fentanilo han aumentado en casi un 5,000 por ciento” señaló Adeyemo, añadiendo que los criminales que trafican con este tipo de drogas buscan obtener beneficios “con un desprecio insensible por las vidas estadunidenses”.

 

 

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