Atenas. Una huelga general provocó este miércoles el amarre de barcos y la interrupción de los servicios ferroviarios y de autobuses en toda Grecia, mientras miles de trabajadores se manifestaban en Atenas para exigir mejoras salariales y del nivel de vida.

Médicos, profesores, constructores y trabajadores del transporte de los principales sindicatos del sector público y privado de Grecia se unieron a la huelga, desencadenada en parte por el persistente impacto de la crisis de la deuda griega de 2009-18 y el elevado coste de la vida.

“Cada vez que vamos al supermercado y cada vez que llegan las facturas de la electricidad, sufrimos pequeños infartos”, dijo Stratis Dounias, un empleado de los tribunales que se unió a la marcha en Atenas. “Queremos medidas reales contra los altos precios”.

Los manifestantes reunidos en la plaza Syntagma, en el centro de Atenas, coreaban: “Los derechos de los trabajadores son la ley” y ondeaban pancartas en las que se leía “Huelga general contra la subida de precios”.

La economía griega ha repuntado desde la crisis de la deuda, pero los salarios están por debajo de la media europea, el producto interno bruto (PIB) per cápita es de los más bajos de la Unión Europea, mientras que el coste de los bienes se ha disparado.

Muchos griegos vieron recortados sus salarios y pensiones a cambio de rescates por valor de 280 mil millones de euros (297 mil millones de dólares) durante la crisis de la deuda, que redujeron en una cuarta parte la producción económica de Grecia y casi expulsaron al país de la eurozona.

El gobierno de centroderecha del primer ministro Kyriakos Mitsotakis ha subido el salario mínimo bruto mensual cuatro veces desde que asumió el poder en 2019, hasta 830 euros, y ha prometido elevarlo a 950 euros para 2027. También ha aumentado las pensiones.

Pero los griegos dicen que las subidas no son suficientes, ya que los costes de la energía, los alimentos y la vivienda siguen superando los aumentos salariales y de las pensiones.

“La inflación afecta a todo”

“Hoy exigimos que el gobierno nos devuelva lo que ellos y los gobiernos anteriores nos quitaron en la última década. Nuestro poder adquisitivo se ha reducido en 50 por ciento, la inflación afecta a todo”, afirmó el pensionista Giorgos Skiadiotis.

GSEE, el mayor sindicato del sector privado griego, que representa a unos 2.5 millones de trabajadores, ha culpado a los “oligopolios” de las prácticas concertadas que, en su opinión, siguen encareciendo los productos básicos.

Mitsotakis reconoció el lunes que hay margen para mejorar los salarios y el nivel de vida y reiteró su llamamiento a la UE para que ayude con las discrepancias en los precios de la electricidad dentro del bloque.

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