París. Una huelga de controladores ferroviarios obligó a anular la mitad de los trenes de alta velocidad en Francia y afectó las conexiones con otros países europeos, en pleno fin de semana de vacaciones escolares de invierno.
El tráfico de trenes está “gravemente perturbado” desde el jueves a las 20H00 (19H00 GMT) y hasta el lunes a las 08H00 (07H00 GMT), indicó el operador ferroviario francés.
Los trenes con destino u origen en las estaciones de esquí de los Alpes deberían circular, en detrimento de otras líneas, como la que conecta París y Burdeos, con un 60% de convoyes anulados, según la radio France Bleu.
Los trenes de alta velocidad “darán servicio a todas las regiones, pero no todos los franceses podrán viajar”, advirtió el jueves Christophe Fanichet, presidente de la compañía ferroviaria SNCF Voyageurs.
“La prioridad es privilegiar los trenes que están completos y, en febrero, son los trenes de los Alpes”, agregó Fanichet, que la víspera urgió a los pasajeros afectados a retrasar sus viajes.
En total, unos 150.000 pasajeros tuvieron que anular sus viajes y han sido reembolsados, precisó este viernes Fanichet en la cadena BFMTV.
Los huelguistas reclaman que se aplique completa y rápidamente un acuerdo negociado a finales de 2022, que puso fin a otra huelga en pleno período de Navidad que dejó a 200.000 pasajeros en el andén.
Un colectivo informal de controladores está detrás de la iniciativa, que relanzó el debate sobre el derecho de huelga en Francia durante determinados períodos, a menos de seis meses de los Juegos Olímpicos de París.
La oposición de derecha que controla el Senado impulsa una propuesta de ley para prohibir el preaviso de huelga en los días festivos y en “los dos primeros y los dos últimos días” de las vacaciones escolares.
“La huelga es un derecho” pero “trabajar es un deber”, declaró el martes el primer ministro, Gabriel Attal, quien lamentó una “especie de costumbre” de anunciar huelgas en períodos de vacaciones.
La diputada de izquierda radical Mathilde Panot alentó a los franceses a hacer huelga durante los Juegos Olímpicos, ante un gobierno “que no escucha nada ni a nadie”.