En las calles del país cada vez es más común ver vehículos eléctricos o híbridos. Son de marcas de reciente llegada y que atraen a propios y extraños: se trata de los vehículos chinos, que han comenzado a incrementar sus ventas y marcan la llegada de más empresas al país.

La firma asiática más conocida, hasta este momento es BYD (Build Your Dreams) cuya penetración en el mercado mundial, incluido el mexicano, se hizo notar en enero de este año, cuando se dio a conocer que, por primera vez, superó a Tesla, propiedad del millonario Elon Musk, en la venta de vehículos eléctricos.

En octubre de este año, la firma con sede en Shenzhen, informó que obtuvo ingresos por 28 mil 240 millones de dólares al cierre del tercer trimestre, lo que implicó un aumento de 24 por ciento respecto al mismo lapso del año previo y superó los 25 mil 200 millones de dólares reportados por Tesla en el mismo lapso.

Actualmente se estima que en el mercado mexicano hay alrededor de 25 marcas provenientes de China y uno de los motivos por los que su presencia cada vez es más notoria es debido al precio, pues su costo, con respecto a sus competidores, es 15 por ciento más bajo, especialmente en el mercado de autos de lujo.

Entre las marcas que cada vez es más común ver en las calles del país están MG, JAC, BYD, Chirey, Omada, JMC, BAIC, Haval, Ora, Tank y GWMPoer.

Guillermo González, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), indicó que desde antes de la pandemia, las empresas chinas ya tenían presencia en el mercado mexicano, con marcas como JAC o BAIC, y para 2020 vino el boom con la entrada de MG.

“En ese momento, estas empresas pudieron cubrir la demanda del mercado mexicano, cuando no había autos nuevos ante un panorama en que la oferta de producto se vio afectada por la pandemia… El positivo desempeño que han tenido entre los consumidores mexicanos está relacionado con el portafolio de productos que ofertan”, dijo en entrevista.

Resultado del fenómeno de relocalización de empresas, mejor conocido como nearshoring, hubo empresas que se animaron a anunciar la construcción de sus plantas en México, como es el caso de BYD, que en junio de este año dijo que se encontraba en un proceso de análisis.

Bancos, nuevos aliados

Las empresas automotrices chinas no solo le han llenado el ojo al consumidor mexicano, también han hecho lo propio con los bancos, pues éstos agentes financieros se han convertido en su aliado para otorgar créditos.

BBVA México, el banco de mayor presencia entre los que operan en el país, tiene más de 20 contratos con empresas chinas para otorgar financiamiento a los consumidores, y de acuerdo con Alejandro Cárdenas Bortoni, director general de la banca de empresas y gobierno del banco, más de 17 por ciento de los nuevos financiamientos a personas para comprar un vehículo, son para carros chinos.

Santander es otro de los bancos que apuesta por los vehículos chinos, y entre sus convenios más importantes, está la asociación con BYD y el de GAC Motors.

Según el último reporte de la AMDA, de enero a noviembre, las ventas en el mercado interno de productos manufacturados en China representan 20.1 por ciento, mientras las de marcas de origen del país asiático son 9.1 por ciento de las totales.

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