La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha atendido a aproximadamente mil 500 personas integrantes de la caravana de migrantes que salió el 5 de noviembre pasado de Tapachula, Chiapas, con destino a Estados Unidos, y ha recibido 15 quejas, principalmente por “dilaciones” en los trámites burocráticos ante el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Reiteró que ha acompañado a los integrantes de esta caravana que actualmente se encuentra en Oaxaca, para lo que ha movilizado aproximadamente a 13 personas servidoras públicas, y ha mantenido comunicación constante para detectar sus necesidades, especialmente aquellas relacionadas con seguridad, alimentación, atención médica y orientación jurídica.
En un comunicado, indicó que durante su recorrido, se ha mantenido igualmente la coordinación entre diversas autoridades federales, estatales y municipales, quienes acompañan de forma permanente al contingente “y proporcionan espacios para la pernocta y los insumos necesarios de higiene y salud”, destacando la presencia de Grupos Beta de Protección a Migrantes del INM, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas, Policía Municipal de Arriaga y autoridades del municipio de Zanatepec, Oaxaca, quienes han brindado seguridad perimetral al movimiento.
La CNDH detalló que para dar continuidad a ese trabajo, envió dos grupos de personas visitadoras adjuntas que se encuentran actualmente en los municipios de Tehuantepec, Oaxaca, y Tapachula, Chiapas, brindando atención y acompañamiento a las personas que conforman la caravana migrante.
También expuso que se inició una queja de oficio a partir de las declaraciones que trascendieron desde el estado de Oaxaca de personas integrantes de una caravana solicitando protección, a fin de atender y actuar con las autoridades correspondientes —de manera articulada— para garantizar el pleno respeto y protección a los derechos humanos, considerando que los hechos narrados revisten especial importancia debido a que afectan a un grupo en situación de vulnerabilidad como lo son las personas migrantes, y que entre otros se encuentran niñas, niños y adolescentes, mujeres embarazadas y núcleos familiares.
Insistió que “la atención que ha brindado el Estado mexicano al tránsito de personas migrantes de ninguna manera se ha debilitado sino al contrario, se ha fortalecido la estrategia y coordinación para la protección y defensa de los derechos humanos de las personas en contexto de movilidad internacional”.
Enfatizó, que ente la creciente movilidad humana en México, impulsada por diversos factores internacionales y continentales, es fundamental que nos mantengamos muy atentos y fortalezcamos los mecanismos para atender a las personas migrantes. Asimismo, para promover una cultura de derechos humanos en las comunidades que conviven con las caravanas migrantes, en las autoridades y en la sociedad en general, para contribuir a generar una cultura de paz”.