La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) cumplió este año medio siglo de su creación. El rector general de la Casa Abierta al Tiempo, José Antonio de los Reyes Heredia, destaca: esta institución nació para llevar educación de calidad a los jóvenes de la periferia de la Ciudad de México que no tenían cupo en la UNAM y el IPN. Fue ejemplar su diseño.

De los Reyes resalta en entrevista: La convergencia de científicos, humanistas y grandes pensadores de la época dieron cuerpo al proyecto que el primer rector general de la UAM, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, tenía y que consistió en establecer una institución con un modelo original, en donde la docencia y la investigación se entrelazan a partir de una nueva organización: en lugar de facultades, un modelo departamental con divisiones académicas y trimestres.

Las unidades académicas de la UAM se ubicaron originalmente en Azcapotzalco, Xochimilco e Iztapalapa. Hoy cuenta con dos más: Lerma y Cuajimalpa. El primer gran acierto de la institución, recalca, fue la creación de nuevas carreras en las áreas de ingeniería: ambiental, energía, hidrológica y biomédica, cuatro licenciaturas que no existían en otras universidades.

Desde su nacimiento, en 1974, y en la década de los 80, consolidó un enfoque social de atención a la salud vinculado con la sociedad. Es una manera de lo que hoy se refleja en la nueva escuela mexicana, lo cual quiere decir una construcción del conocimiento basado en el aprendizaje a partir de un problema real, dijo el rector general.

En la parte de arquitectura, detalla, planteamos desde el inicio que no íbamos a diseñar casas ni construir edificios, sino un hábitat con un concepto social que a la fecha perdura. También entre las décadas de los 80 y 90 empezamos con unidades de atención a las comunidades con nuestras clínicas odontológicas en la zona oriente del área conurbada de la capital del país; en el área norte, un bufete jurídico que nos permite asesorar a las personas que no tienen defensa legal y, también en la zona norte, una oficina de asesoría industrial. En los 90 empezamos con el primer laboratorio en supercómputo que tuvo a la UAM a la vanguardia.

También en esa década, añade De los Reyes Heredia, surgieron programas de desarrollo humano en Chiapas, en Ocosingo, Palenque y la selva Lacandona, en temas de atención a la salud, incluso en zonas zapatistas.

Los rechazados

Al preguntarle sobre los estudiantes que son rechazados en su ingreso a las licenciaturas, el rector subraya: es una situación difícil, porque hay carreras que están limitadas, por ejemplo, la carrera que mayor demanda tiene es medicina, pero en esa licenciatura no se puede incrementar indiscriminadamente el número de alumnos porque tienen una formación práctica en hospitales y de eso depende la capacidad, y otra parte de su formación es en los laboratorios, por lo cual se limita el acceso.

No obstante, señala que en la Universidad Autónoma Metropolitana revisan cómo ampliar la matrícula en esa carrera, aunque también se está pensando en crear licenciaturas que respondan a las nuevas tendencias que tienen que ver con la relocalización de empresas: estamos, por ejemplo, en proyectos con el área de farmacias o bien en el de materiales y semiconductores, que son áreas que se ven como de oportunidad y tienen que ver con esta mutación de la oferta.

Para la UAM, manifiesta, la educación ciento por ciento virtual no está en sus propuestas, hemos pensado más bien en modelos híbridos, por lo que reconocemos que la presenciabilidad de los estudiantes es fundamental, aunque también hay que reconocer que las nuevas generaciones han desarrollado nuevas maneras de establecer comunidades virtuales que hace 30 años éramos incapaces de hacer.

La población estudiantil en las unidades académicas de la UAM es de 46 mil 512 alumnos y el presupuesto para este año fue de 9 mil 969 millones 834 mil pesos.

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