Ciudad de México. En lo que va del año, los Grupos Beta de Protección a Migrantes, del Instituto Nacional de Migración (INM), han recuperado 34 cuerpos de personas que perdieron la vida en el desierto o perecieron al cruzar el Río Bravo, así como en accidentes ferroviarios y carreteros, en su intento por llegar a Estados Unidos.

Según información del INM, estos mismos agentes de ayuda humanitaria rescataron el año pasado a mil 304 migrantes, incluidos aquí a quienes fueron retirados de una situación o estado de riesgo o fueron hallados sin vida. Los primeros siete meses del 2023, el “rescate” en general incluyó a 475 migrantes, es decir, el mayor cúmulo de auxilios fue durante el segundo semestre.

En el más reciente informe se puntualiza que actualmente hay 22 grupos de este tipo que “rescataron” del 1 de enero al 31 de julio del año en curso a 450 personas cuya vida se encontraba en riesgo.

En el mismo periodo, los Beta orientaron y dieron asistencia humanitaria a 135 mil 679 personas “y lograron recuperar 34 cuerpos” en la situación referida de quienes buscaban ingresar al vecino país del norte.

“Dedicados a orientar, asistir, dar acompañamiento y salvar vidas de ciudadanos en condición de movilidad, los Grupos Beta han auxiliado a la fecha a personas migrantes provenientes de más de 150 países de los cinco continentes”, precisó el INM.

El lema de estos agentes es “Vocación, humanismo y lealtad”; se encuentran distribuidos estratégicamente en nueve entidades: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca.

El INM señaló que son elementos altamente capacitados física y mentalmente para atender las 24 horas del día situaciones de emergencia en el desierto, ríos, zonas montañosas, vías del ferrocarril y carreteras.

Deben tener información y habilidades en primeros auxilios, medicina táctica y reanimación cardiopulmonar, entre otras, además de acreditar formación en materias como derechos humanos y tipos de trata de personas.

 

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