Tel Aviv. Israel admitió ayer haber cometido un grave error, después de que sus fuerzas mataron a siete trabajadores de ayuda en un ataque con drones, e insistió en que los oficiales creían que había un militante armado de Hamas en el convoy.

En una investigación de cuatro días, inusitadamente rápida, el ejército concluyó que un trabajador que llevaba una bolsa fue confundido con un hombre que llevaba un arma. Culpando a las comunicaciones deficientes y a una mala atención a los detalles, despidió de inmediato a dos de sus oficiales.

Sin embargo, los esfuerzos israelíes por pasar la página del ataque, que ha provocado indignación mundial y renovadas demandas de que Gran Bretaña y Estados Unidos cancelen todo el comercio de armas, se quedaron cortos, pues políticos y organizaciones humanitarias exigieron una cabal investigación independiente.

La organización World Central Kitchen, empleadora de fallecidos, y el secretario británico del Exterior, David Cameron, llamaron a realizar una pesquisa más amplia. José Andrés, fundador de la organización, señaló que las fuerzas de defensa israelíes no pueden investigar con credibilidad su propia falla en Gaza.

Las muertes desencadenaron una ola de condenas internacionales y arrojaron nueva luz sobre las terribles condiciones que sufre la sitiada población de Gaza. Los resultados de la investigación israelí se dieron a conocer mientras suceden varias situaciones de manera simultánea: Israel enfrenta acusaciones de la ONU de que su ataque a los colaboradores humanitarios puede constituir un crimen de guerra.

Además, el presidente estadunidense Joe Biden advirtió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que debe minimizar el daño y sufrimiento en Gaza si quiere conservar el apoyo de Washington.

Mientras Israel accedió a abrir tres corredores aéreos a Gaza, pero no informó cuándo se permitiría que operen.

El secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, señaló que Washington revisaría los hallazgos de la investigación de Tel Aviv.

Al respecto, un antiguo comandante israelí de tanques afirmó que era política de su país permitir altos niveles de daño colateral.

El gabinete del primer ministro británico Rishi Sunak permaneció dividido respecto de la suspensión de ventas de armas a Israel, al aumentar la presión para que los parlamentarios actúen.

Los siete trabajadores de ayuda, entre ellos tres británicos, regresaban de coordinar un envío en el centro de Gaza, la noche del lunes, cuando su convoy de tres vehículos fue atacado.

Yoav har Even, oficial militar retirado que dirigió la investigación israelí, precisó que hubo dos áreas principales de error: Los oficiales no leyeron mensajes que les informaban que los trabajadores serían retirados del almacén en automóviles, no en camiones de ayuda.

En consecuencia, se identificó de manera incorrecta a los automóviles como transportes de miembros de Hamas.

El ejército culpó también a un mayor que indicó el blanco del ataque y a un coronel que aprobó la acción, por actuar con información insuficiente. Afirmó que la orden se dio después de que uno de los pasajeros de uno de los vehículos fue identificado como militante armado. Los hallazgos de la investigación indican que el incidente no debió ocurrir, afirmó el mayor general retirado Har Even. “Quienes aprobaron el ataque estaban convencidos de que atacaban a operativos armados de Hamas y no a empleados de WCK.

El ataque a los vehículos de ayuda es un grave error, que deriva de una seria falla debida a una identificación incorrecta, a errores en la toma de decisiones, y a un ataque contrario a los procedimientos normales de operación. El ejército señaló que al principio impactó a uno de los autos. Cuando los pasajeros corrieron hacia un segundo vehículo, disparó también hacia éste e hizo lo mismo cuando los sobrevivientes pasaron al tercer auto.

Oficiales del ejército aseguraron que los operadores de los drones no podían ver que los autos estaban marcados con las palabras World Central Kitchen porque era de noche. No pudieron decir cómo se interrumpieron las comunicaciones referentes a los planes del convoy.

En consecuencia, se despidió a un jefe de brigada con rango de coronel y a un oficial de apoyo de fuego con rango de mayor, y se emitieron reprimendas formales a oficiales de alto rango, entre ellos el general a cargo del Comando Sur.

A José Andrés, fundador de WCK, no le impresionó la respuesta israelí. No basta tratar simplemente de evitar nuevas muertes de humanitarios, que ahora se acercan a 200. Se necesita proteger a todos los civiles en Gaza, que sean alimentados y estén seguros. Y se debe liberar a todos los rehenes.

Derecho internacional

En Gran Bretaña, el gabinete de Rishi Sunak continúa dividido con respecto a suspender ventas de armas a Israel. Richard Barrons, ex oficial castrense, afirmó que la ley es clara ‘ respecto de que su país venda armas a naciones que quebranten el derecho internacional.

Aludió a llamados de más de 600 juristas, entre ellos la ex presidenta de la Suprema Corte Brenda Hale, que advierten del riesgo de que el gobierno quebrante el derecho internacional si continúa exportando armas a Israel, y añadió: cuando las mejores mentes jurídicas de la nación dicen que hay un problema, lo hay.

Sin embargo, Barrons expresó que la venta de armas forma parte de un tema mucho más amplio: Presenciamos una operación militar que se ha sostenido seis meses, dirigida a un objetivo militar que no es alcanzable, sin un indicio claro de lo que podría ser un desenlace estratégico benéfico para alguien. La venta de armas es una parte muy pequeña de la discusión, mucho más importante, de cómo esto puede terminar bien.

El almirante Alan West, ex jefe de la Armada Real, demandó a Israel permitir una investigación independiente de cómo murieron los siete trabajadores de ayuda, para determinar si hay una falla en la forma en que Israel ataca objetivos.

West declaró a The IndependentSi aplican una fórmula equivocada, pienso en definitiva que debemos presionarlos. La forma de hacerlo es probablemente detener las ventas de armas; no es que ellos usen muchos artefactos de fuego nuestros, pero podemos usar eso para influir en los estadunidenses y en otros, y eso tendrá un impacto en los israelíes.

Nota ampliada en @lajornadaonline en https://bit.ly/3TKy6ZP

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

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