Nueva York. El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presionó a la Alianza Marítima de Estados Unidos, que representa a la patronal portuaria del país para que eleve su oferta salarial, a fin de lograr un acuerdo laboral con los estibadores, que el miércoles mantuvieron por segundo día consecutivo una huelga que ha paralizado la mitad del transporte marítimo del país.

La huelga realizada por unos 45 mil miembros del sindicato Asociación Internacional de Estibadores (ILA) ha bloqueado desde el transporte de alimentos hasta el de automóviles en decenas de puertos, desde los estados de Maine hasta Texas, en una interrupción que los analistas advierten que costará a la economía miles de millones de dólares al día.

Más de 38 buques portacontenedores estaban atracados en los puertos estadunidenses el martes, frente a sólo tres el domingo antes de la huelga, documentó la firma Everstream Analytics.

El gobierno del presidente Joe Biden ha presionado a los empleadores portuarios estadunidenses para que aumenten su oferta para lograr un acuerdo con los trabajadores portuarios para poner fin a la huelga.

“Obtuvieron ganancias increíbles, más de 800 por ciento desde la pandemia, y los propietarios están ganando decenas de millones de dólares con esto”, dijo Biden a los periodistas el miércoles. “Es hora de que se sienten a la mesa y pongan fin a esta huelga”.

Biden dio instrucciones a su equipo para que vigile la posible actividad de precios abusivos que beneficie a los transportistas marítimos extranjeros, indicó la Casa Blanca.

La Federación Nacional de Minoristas, junto con otras 272 asociaciones comerciales, pidió al gobierno de Biden que utilice su autoridad federal para detener la huelga, diciendo que la huelga podría tener “consecuencias devastadoras” para la economía.

Los economistas han dicho que la huelga no aumentará inicialmente los precios al consumidor, ya que las empresas aceleraron los envíos de productos clave en los últimos meses. Sin embargo, una paralización prolongada eventualmente tendrá repercusiones, y los precios de los alimentos probablemente reaccionen primero, según los economistas de Morgan Stanley.

El sindicato ILA, que representa a 45 mil trabajadores portuarios, inició su huelga poco después de la medianoche del martes tras el fracaso de las negociaciones con la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX, por sus siglas en inglés) para un nuevo contrato de seis años.

USMX había ofrecido al sindicato un aumento salarial de 50 por ciento, pero el líder de ILA, Harold Daggett, afirmó que el sindicato está presionando para conseguir más, incluido un aumento de 5 dólares por hora para cada año del nuevo contrato de seis años y el fin de los proyectos de automatización portuaria que amenazan los puestos de trabajo sindicales.

“Estamos dispuestos a luchar el tiempo que sea necesario, a permanecer en huelga el tiempo que haga falta, para conseguir los salarios y las protecciones contra la automatización que merecen nuestros miembros de ILA”, dijo Daggett el martes.

Cientos de estibadores se manifestaron el martes en una terminal marítima del área de Nueva York en Elizabeth, Nueva Jersey, portando pancartas y gritando consignas como “¡ILA hasta el final!”, mientras sonaba música y vendedores ofrecían comida.

La huelga, el primer paro importante del ILA desde 1977, preocupa a las empresas que dependen del transporte marítimo para exportar sus mercancías o asegurar importaciones cruciales. Afecta a 36 puertos, entre ellos Nueva York, Baltimore y Houston, que manipulan una amplia gama de mercancías en contenedores, desde plátanos hasta ropa y automóviles.

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