A finales de los años 90, México era un fortín para los clubes sudamericanos. Enfrentar en la Copa Libertadores a cualquiera de sus participantes implicaba mirar el reloj y recurrir a una serie de situaciones extrañas que evitaban derrotas decisivas. Ante la decisión de dueños y federativos de acercarse más al mercado de Estados Unidos que al de las grandes potencias, el futbol mexicano entró en retroceso, sostiene el uruguayo Sebastián Abreu, director técnico de Dorados de Sinaloa, con una mirada crítica sobre el estado actual de la Liga Mx y los altos ingresos por asistencia a los estadios y audiencia en televisión, presentados por autoridades del torneo en su informe de 2024.

Abreu, multicampeón de goleo y ganador del récord Guinness como el profesional que ha militado en más equipos en el mundo –32 en 11 países–, repasa antiguos episodios de la Copa de mayor prestigio en el Cono Sur: las finales que jugaron Cruz Azul (2001), Guadalajara (2010) y Tigres de la UANL (2015); el partido que perdió el América en semifinales, en 2000, con-tra Boca Juniors; y la eliminación de Santos, en los octavos de fi-nal de 2004, con polémicas decisiones arbitrales que dieron el triunfo al favorito River Plate en tanda de penales. El nivel no se medía sólo en términos económicos.

“Habría que retroceder a esos años para aplicar el famoso ‘copio y pego’, usarlo, mejorarlo y recuperar el nivel competitivo de los jugadores”, plantea el ex delantero de la selección uruguaya desde Culiacán. Es indudable que las decisiones que se tomaron han generado una involución. Ya no se habla del nivel ni jerarquía de la selección, lo vemos en todos los debates futbolísticos. Pachuca ganó la Copa Sudamericana en 2006, otros estuvieron a punto de hacerlo en la Libertadores. Todo eso generó que se abriera la puerta de los principales mercados del exterior, porque muchos veían a los jóvenes mexicanos capacitados para todo.

Desde que en 2017 los clubes locales se alejaron de la Copa Libertadores por problemas de calendario, varios torneos como la Leagues Cup y Copa de Campeones, en los que participan rivales de la liga estadunidense y las islas del Caribe, tuvieron realce en la Concacaf. Tenemos 260 millones de aficionados en la Liga y eso, comparado con el mundo, es un enorme potencial, resaltó el año pasado Mikel Arriola, presidente de la Liga Mx, sobre la rentabilidad de las competencias creadas con la US Soccer (Federación de Futbol de Estados Unidos) en 2019.  

Ir por lo máximo

Dada la cantidad de partidos no oficiales pactados en el país del norte, las ganancias por venta de entradas en la edición 2023 de la Leagues Cup rebasaron los 33 millones de dólares, según estimaciones. Al futbolista le generas jerarquía sólo cuando lo conviertes en ganador, eso no se negocia, contrapone Abreu; es la mentalidad de ir por lo máximo siempre, entendiendo nuestras realidades, el momento, en dónde estamos situados. No puedes pecar de ingenuo queriendo vender falsa modestia o falsas humildades. Los techos tienen que ser bien altos. Cuanto más esfuerzo hagamos para llegar allá, más alto vamos a estar.

En un informe cargado de gráficas sobre la campaña 2024, la Liga Mx destacó la asistencia de 7.79 millones de personas a los estadios de futbol y un alcance total de 49.2 millones de televidentes, lo que equivale a un promedio de 6.83 millones de espectadores por jornada. En cuanto al valor total del torneo, indicó que este año alcanzó 2 mil 747 millones de dólares, 30 por ciento más que en 2020, cuando se valuaba en 2 mil 115 millones. En contraste, ningún club mexicano llegó a la final de la Leagues Cup y Estados Unidos, campeón de la Liga de Naciones de Concacaf 2023, impuso un nuevo dominio en partidos oficiales de la zona frente al Tri.  

“El cupo para jugadores extranjeros es otro impedimento, no le permite competir al futbolista mexicano. A veces uno dice: ‘¿no se dan cuenta de la potencia futbolística que puede ser México en todo sentido?’”, reflexiona El Loco y hace referencia al incremento en las plazas de elementos no formados en México que se ha registrado en la Primera División (9 en 2024). Para mí, los futbolistas que no juegan son los más importantes, porque mantienen la química de un grupo. Si no están alineados, convencidos y no sienten bronca por no jugar, tienen que subirse a un auto y mandar todo a la chingada. Esa es la rebeldía del jugador. Tienen que mantenerse firmes para no tirar la toalla.

Según datos oficiales de la Liga, un total de 39 elementos de fuerzas básicas debutaron en el máximo circuito gracias a la denominada regla de menores, normativa que incentiva a los clubes a fomentar el desarrollo de nuevos talentos. El promedio de participación (210.5 minutos) significó un incremento de 39.8 por ciento respecto del semestre anterior (150.5), aunque el predominio de refuerzos extranjeros se mantuvo en casi todas las plantillas.

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