Ciudad de México. El flujo de remesas que los connacionales que radican en Estados Unidos envían a sus familias  en México no se ha visto afectado luego de que Donald Trump resultara electo presidente del país vecino, afirmó BBVA México.

Las subidas y bajadas que han tenido las remesas a lo largo de 2024, planteó el banco, son resultado de diversos factores, como la depreciación o apreciación del peso con respecto al dólar o la incertidumbre que se vive por una posible desaceleración de la actividad tanto en México como en Estados Unidos este año.

Esta mañana, el Banco de México (BdeM) dio a conocer que en noviembre de 2024, los ingresos por remesas provenientes del exterior fueron por cinco mil 435 millones de dólares, lo que representó una expansión anual de 10.6 por ciento.

En este sentido, BBVA precisó que de enero a noviembre, las remesas a México han mostrado un comportamiento muy volátil, con importantes aumentos en su flujo en los meses de abril, junio, agosto y noviembre, y con caídas en marzo, mayo, julio, septiembre y octubre. 

“Estas fluctuaciones se explican, en parte, por factores coyunturales como las fuertes variaciones en el tipo de cambio del peso mexicano frente al dólar estadounidense, y por factores estructurales como los ajustes en el mercado laboral estadounidense en 2024 relacionados con los signos de una posible desaceleración de su economía en 2025.

“Lo anterior podría conllevar a una menor absorción de la mano de obra migrante en la unión americana”, precisó BBVA.

Sin embargo, detalló que a diferencia de lo ocurrido hace 8 años, cuando Donald Trump resultó electo presidente de Estados Unidos y el flujo de remesas se incrementó considerablemente por el temor a las deportaciones masivas, ahora eso no ha ocurrido.

“Hace 8 años, en noviembre de 2016, cuando el presidente Trump ganó las elecciones presidenciales en su primer término de gobierno, las remesas tuvieron un súbito incremento de 25.8 por ciento debido a las amenazas del endurecimiento en la frontera, de deportaciones masivas y por un posible impuesto a las remesas”, detalló BBVA. 

En noviembre de 2016, recordó, el peso mexicano se depreció 5.2 por ciento frente al dólar estadounidense, debido, en parte, por los posibles riesgos de la negociación del entonces Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). 

Ahora, en noviembre de 2024, con la victoria electoral del presidente Trump para un segundo término de gobierno, el peso mexicano tuvo una depreciación mensual de 3.3 por ciento frente al dólar estadounidense, la cual podría considerarse como una fluctuación dentro de los rangos del mercado. 

“Así, a diferencia de lo ocurrido hace 8 años, no se tiene evidencia clara de que el efecto Trump tenga efectos en las remesas a México”, agregó BBVA.

La última estimación presentada por ese banco a este medio es que, al concluir 2024, el flujo de remesas que lleguen a México sea por 66 mil millones de dólares.

 

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