Ciudad de México. La Conferencia del Episcopado Mexicano felicitó a Claudia Sheinbaum por el inicio de su gestión como presidenta de la República y confió en que “sabrá tener una gran sensibilidad y respeto impulsando todo aquello que redunde para el bien y el desarrollo social de todos los ciudadanos”.
Como pastores de la Iglesia Católica en México, pero también como ciudadanos mexicanos, los obispos encabezados por Rogelio Cabrera López Arzobispo de Monterrey, advirtieron que la realidad del país exige,”de manera inmediata, políticas públicas que garanticen la seguridad ciudadana, superen la pobreza y la desigualdad, y promuevan la unidad nacional y la concordia entre todos”.
Corresponde al gobierno federal lograr la paz social para que “nunca más (exista) el dominio del crimen organizado ni de la delincuencia en general”.
También señalaron que en México el gobierno y los ciudadanos deben respetar las leyes y la Constitución, la cual “no puede ser violentada por sectores sociales o políticos que pasen por encima del conjunto de la Nación”.
Y agregaron: “México está llamado a volver a vivir en un verdadero Estado de Derecho Democrático, constituido por una Federación de Estados autónomos, con equilibrio de poderes, que nos hace ser una República confiable para todos”.
Enseguida y sin mencionar que el gobierno de Sheinbaum representa la continuidad de la cuarta transformación emprendida por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, los obispos advierten que será “muy importante trabajar con seriedad y visión, en el mejoramiento del sistema educativo, tan descuidado recientemente por políticas públicas limitadas en los recursos y por la visión carente de un verdadero humanismo que forje el espíritu de la niñez y juventud mexicana para un mejor desarrollo en el presente y futuro”.
Señalaron la importancia de reconocer la libertad como “un valor fundamental y trascendente que se debe promover” y un Estado que respete los derechos humanos y fortalezca las instituciones que los garantizan.
Enseguida, los prelados refieren que el país está ante la oportunidad de “crecer
en participación y diálogo, superando la polarización, buscando la reconciliación hasta llegar a los acuerdos necesarios junto a todas las fuerzas políticas, -sin aniquilar a las minorías-, para construir, desde el diálogo y el consenso, el proyecto del bien común para que la sociedad mexicana viva en paz”.