José Ávila, músico, compositor, arreglista mexicano y el último de los miembros fundadores de Los Folkloristas, una agrupación dedicada a la investigación y preservación de la música tradicional de México y América Latina, falleció el miércoles, debido a complicaciones de un mal renal.

Pepe falleció en su casa en la alcaldía Benito Juárez, abrazado por su familia como él quería, muy en paz, contó a La Jornada Diego Ávila, hijo del compositor y también integrante de la emblemática agrupación.

Defensor de la música como herramienta para mantener vivas las tradiciones y generar conciencia cultural, José Ávila fundó en 1966 Los Folkloristas, un grupo caracterizado por su compromiso con las raíces étnicas e interpretar las canciones en su forma más auténtica, utilizando instrumentos autóctonos y respetando los estilos originales de cada región.

Durante los 59 años del conjunto siempre tuvo muy claro lo que él llamaba la mística de Los Folkloristas: preservar las raíces latinoamericanas y transmitirlas al mayor público posible.

A lo largo de su trayectoria, Ávila destacó por su talento creativo, capacidad organizativa y su pasión por la educación cultural. Su legado musical lo sitúa al lado de figuras como Óscar Chávez, otro personaje importante de la canción popular mexicana.

Él entregó su tiempo, talento, creatividad y fuerza a Los Folkloristas porque le tenía un gran amor a esta iniciativa, siempre tuvo presente que el proyecto era más grande que las personas.

José Ávila dejó un acervo de más de 450 arreglos grabados en 31 discos, un volumen importante de investigación y un número incalculable de alumnos originarios de México a la Patagonia.

Del repertorio, destaca su obra Raíz viva, incluida en el álbum México: Horizonte Musical, lanzado en 1981. Una composición instrumental, relevante por su evocación de sonidos prehispánicos, utilizando instrumentos ancestrales para recrear la atmósfera sonora de los pueblos originarios de México.

“Siempre decía que de nuestros pueblos indígenas tenemos muestras de la escultura, arquitectura y piezas de alfarería prehispánicas que realizaban; pero no contamos con un registro de la música. Por eso se propuso, a partir del hallazgo de la flauta triple y la indígena de carrizo, imaginarse cómo podrían sonar estos instrumentos y crea Raíz viva, un referente del arte sonoro prehispánico”.

Otras piezas emblemáticas de su interpretación son Tierra mestiza y La paloma.

Con José Ávila a la cabeza, Los Folkloristas fueron el primer grupo de composición popular y tradicional en presentarse en el Palacio de Bellas Artes. Conciertos que dieron pie a la fundación de Discos Pueblos, primer sello independiente en México dedicado a la difusión de la canción folklórica.

Diego Ávila contó que a la salida de uno de los integrantes y en vísperas de varias presentaciones, su padre lo invitó a incorporarse a la agrupación: me dijo: no sé si te guste, pero nos echarías mano. Yo pensé, cómo no me va a gustar, si es un honor tocar con ellos. Me quedé desde hace 10 años.

Los Folkloristas ganaron el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en la categoría Artes y tradiciones populares y las Lunas del Auditorio en la categoría de Música Tradicional Mexicana, en 2011 y 2013.

Otro pasaje relevante del conjunto fue el montaje, en 2002, de Misa criolla, del argentino Ariel Ramírez, llevada a varios estados de la República Mexicana y a Girona, España en el marco del 5 Festival de Músicas Religiosas del Mundo.

Mediante sus redes sociales, la agrupación informó a sus seguidores del sensible fallecimiento. Vuela, tu vuelo paloma mía / Canta tu canto que llegue al mar, escribieron con un sentido pésame a la familia.

Hasta el cierre de esta edición ni la agrupación ni la familia definían los conciertos o actividades para honrar la trayectoria de José Ávila.

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