Ciudad de México. Esta tarde, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que expulsó a siete alumnas y alumnos que participaron en la ocupación ilegal de instalaciones ubicadas en la Ciudad Universitaria, desde el 22 de mayo al 25 de julio de este año. Expuso que los ahora ex alumnos causaron “daños graves al patrimonio universitario, como la vandalización y destrucción de los inmuebles y del mobiliario, además de la sustracción de múltiples documentos”.

La máxima casa de estudios indicó que los siete estudiantes expulsados –cuya identidad se protege para no afectar los procedimientos legales— estaban adscritos a las facultades de Filosofía y Letras (2); de Ciencias Políticas y Sociales (2); de Estudios Superiores Iztacala; de Estudios Superiores Aragón, así como de la Escuela Nacional de Trabajo Social. “Todos ellos y ellas han sido debidamente notificadas por las oficinas jurídicas de la Universidad, y los expedientes, con las pruebas existentes, fueron turnados al Tribunal Universitario para el desahogo de los procedimientos disciplinarios conforme a la legislación universitaria y con el debido respeto a sus derechos constitucionales”.

La UNAM detalló que el pasado 22 de mayo, los jóvenes ingresaron de manera violenta a la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades, donde desalojaron al personal que ahí laboraba, ocupando ilegalmente esas oficinas. “Durante los dos meses que permanecieron en el lugar, los ocupantes aprovecharon las noches para apoderarse también de espacios contiguos, como la Dirección General de Presupuesto y la sede de los Consejos Académicos de Área”.

La Universidad puntualizó que “el vandalismo fue generalizado en las instalaciones ocupadas. Los daños y destrozos se repitieron: innumerables pintas y boquetes en muros y plafones; puertas y ventanas destrozadas; cámaras de seguridad destruidas; pisos desprendidos; mobiliario inservible, además de archiveros saqueados y la sustracción de documentos oficiales”.

Dejó en claro que “esta casa de estudios no tolera conductas que violentan el quehacer universitario y que afectan el patrimonio que la sociedad mexicana ha puesto bajo el resguardo de la Universidad de la Nación”.

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