Colombia. La exploración de combustibles fósiles amenaza una franja cada vez mayor de zonas protegidas en el Triángulo de Coral, una de las áreas marinas con mayor biodiversidad del mundo, según un informe publicado este sábado.

Divulgado en el marco de la cumbre COP16 de la ONU sobre biodiversidad en la ciudad colombiana de Cali, el reporte advierte sobre cómo la expansión del petróleo, el gas y el gas natural licuado (GNL) en el Indopacífico está poniendo en peligro a las especies marinas y a decenas de millones de personas.

Apodado el “Amazonas de los mares” por su variedad de especies, el Triángulo de Coral abarca más de 10 millones de kilómetros cuadrados en aguas de Indonesia, Malasia, Papúa Nueva Guinea, Singapur, Filipinas, Timor Oriental y las Islas Salomón.

Contiene tres cuartas partes de las especies de coral conocidas en el mundo, según el informe elaborado por organismos de vigilancia como el proyecto de investigación Earth Insight, el observatorio de imágenes por satélite SkyTruth y el Centro de Energía, Ecología y Desarrollo, un grupo de reflexión filipino.

El triángulo también alberga seis de las siete especies de tortugas marinas del mundo y sirve de zona de alimentación a ballenas y otros mamíferos marinos.

Más de 120 millones de personas dependen de él para subsistir.

Sin embargo, las concesiones de petróleo y gas y las zonas de producción se solapan con decenas de miles de kilómetros de zonas marinas protegidas, según el informe.

El documento identifica una producción en la región de más de 100 bloques de petróleo y gas offshore. Otros 450 bloques están siendo explorados para futuras extracciones.

“Si todos los bloques entraran en producción, alrededor del 16% del Triángulo de Coral se vería directamente afectado por el desarrollo de combustibles fósiles”, señala el informe.

Según la investigación, la expansión de los combustibles fósiles aumentará el tráfico de buques y el riesgo de derrames de petróleo.

Por mal camino

Desde julio de 2020, los satélites han detectado 793 manchas de petróleo en el Triángulo de Coral, de acuerdo al informe.

Casi todas ocasionadas por buques en tránsito, algunas otras por infraestructuras petroleras.

“Acumuladas, todas las manchas cubrieron un área de más de 24.000 km2, casi suficiente petróleo para cubrir el territorio de las Islas Salomón”, señala el informe.

Sus autores piden una moratoria de las actividades petrolíferas, gasísticas, mineras, entre otras en las zonas ecológicamente sensibles del Triángulo de Coral.

También instaron a “dar un salto en el uso del GNL como combustible de transición” a medida que el mundo se aleja del carbón y el gas, y pasa directamente a fuentes de energía limpias en su lugar.

El informe pide que el triángulo sea designado “zona marítima especialmente sensible”, que necesita protección especial frente a la navegación.

El llamado Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal, aprobado hace dos años por 196 partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU, establece 23 objetivos para “detener e invertir la pérdida de biodiversidad de aquí a 2030.

Incluye garantizar que el 30% de las zonas marinas y costeras estén “efectivamente conservadas y gestionadas” y que el 30% estén “bajo restauración efectiva”.

Según un informe de Greenpeace publicado el lunes, hasta la fecha solo el 8,4% de los océanos del planeta gozan de protección.

“Al ritmo actual, no alcanzaremos el 30% de protección en el mar hasta el próximo siglo”, declaró Megan Randles, asesora política de Greenpeace.

La cumbre sobre biodiversidad pretende medir los avances hacia la consecución de los objetivos de la ONU.

 

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