Ciudad de México. La abogada María Luisa Luévano inició hoy una huelga de hambre a las afueras de la Cámara de Diputados para exigir que se defina ya una fecha para discutir y votar la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas, pues de lo contrario se correría el riesgo de que la iniciativa quede “congelada” otra vez.
“Necesitamos que se asigne una fecha para la votación del dictamen. La huelga de hambre es un medio de presión que al menos yo tengo para ejercer y pedir una fecha de votación”, señaló la litigante al instalarse esta mañana en la puerta de entrada al recinto legislativo que se ubica en la calle de Emiliano Zapata.
Luévano estuvo acompañada por la también abogada Susana Prieto Terrazas, quien en febrero de este año renunció a la bancada de Morena, en protesta por el hecho de que ese grupo parlamentario no aprobara la “semana de 40 horas”.
La ex diputada guinda advirtió que “hay mucha desinformación” con respecto a la posible aprobación del dictamen en la Cámara, pues aunque la presidenta Claudia Sheinbaum ya prometió que va a impulsar dicha iniciativa, dijo que lo hará “durante su sexenio”, y en un lapso tan largo, “pueden pasar muchas cosas”.
Aunque en este momento los partidos mayoritarios “tienen esa arrolladora mayoría con la que cambian la Constitución en un chasquido de dedos, en 2027 hay votaciones intermedias, y probablemente porque no se apruebe la reducción de la jornada laboral, o porque no se mejor el sector salud o la seguridad, quizá el pueblo de México no les vuelva a dar su confianza y ya no tengan esa mayoría”.
Luego de denunciar que varios diputados de Morena y PT de manera “atropellada” han vuelto a presentar iniciativas para la “semana de 40 horas”, luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum manifestara su interés en aprobar esa iniciativa, Prieto recordó que el proceso de convertirla en dictamen se llevó dos años, pero después quedó sin discutirse.
-¿Cuál es el principal obstáculo de esta reforma? –se le preguntó.
-La negativa de los empresarios a que se lleve a cabo, porque han alegado que tendrían que incrementar 5, 10 o hasta 20 por ciento su plantilla laboral para sacar en semanas de 40 horas la misma producción que sacan con trabajadores en 48 horas, y contratar más trabajadores tiene una repercusión en el costo de la producción.
Las compañías opositoras al dictamen –muchas de ellas del sector maquilador—“sólo aprovechan la mano de obra barata y no han tenido una base real para oponerse que sea distinta al dinero, a que va a haber más implicaciones monetarias.
“Pero la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ya dijo que, si se quejan de productividad, (los empresarios) necesariamente deben reducir la jornada laboral, porque se ha demostrado que entre menos horas trabaja una persona, más productiva es”, recalcó.