San Cristóbal de Las Casas, Chis. La escritora tsotsil, Ruperta Bautista, primera mujer de pueblos originarios que escribe una novela, consideró que el Premio de Literaturas Indígenas de América 2024 que recibió recientemente, puede contribuir a “abrir el camino a otras mujeres para publicar” en su lengua materna.

“El premio está reconociendo el trabajo de mujeres y hombres de pueblos originarios no sólo de México sino de América Latina y por ello es muy importante”, dijo al ser entrevistada al final de la presentación de su libro Ixbalam-ek´ (‘Estrella jaguar’), con el que obtuvo el galardón.

“Es un premio que no esperaba, fue una sorpresa. El libro es sobre la muerte. Lo enfoco a los dos tipos de muerte que concibo: la muerte natural por la que todo mundo vamos a pasar y la que considero que no es natural, sino impuesta, violenta”.

Abundó: “Esto es lo que abordo y particularmente en el caso de mujeres que yo considero que no ha llegado el momento de su muerte, pero por alguna razón murieron, por ejemplo, como en el desplazamiento interno cuyas condiciones son hostiles y no tienen condiciones para asistir al médico y mueren. Esa no es una muerte natural porque mueren por la situación en la que viven”.

Originaria del municipio de Huixtán, Bautista expresó que “para una mujer de pueblos originarios hay muchas dificultades para realizar cualquier tipo de actividad. De por sí para una mujer indígena -yo uso la palabra mujer de pueblos originarios-, es difícil, pero no imposible. Uno tiene que hacer todo lo posible de plantearse los objetivos”.

-¿El alzamiento zapatista de 1994 representó un impulso para la escritura en lenguas originarias?

-No sólo es la literatura en lenguas originarias lo que impulsó el levantamiento armado, sino que fue el parteaguas de varias cosas, abrió puertas. Como dijo (el escritor, Alejandro) Aldana no es un trabajo del gobierno. Fue como decir: es el momento, tenemos que hacerlo.

Señaló que escribir Ixbalam-ek´, que está disponible en español y en tsostsil, le llevó 11 años, pero “me siento satisfecha de haber logrado la novela porque la logré fue un reto personal que me planteé y en el mismo libro hay varios planteamientos para el lector”.

Explicó: “El libro está basado a partir de un pensamiento desde nosotros como pueblos originarios; es uno de los aspectos más importantes que puede aportar. Siendo una primera novela puede motivar a otras personas de pueblos originarios a reconstruir nuestra historia porque eso también es parte de uno de los objetivos del libro en el que no hay frases o nombre en español, todos los nombres de los personajes están en tsotsil o maya antiguo”.

El escritor Alejandro Aldana, quien participó en la presentación de la obra el fin de semana en el Museo de San Cristóbal (Musac), que dirige el también creador Emilio Gómez Ozuna, opinó que “la literatura escrita desde la mirada de los pueblos originarios de Chiapas está viviendo un momento de esplendor”.

Señaló que Ixbalam-ek´, la primera novela de Ruperta aparecida en 2023, es un texto “incuestionable; por un lado se constituye como la primera novela en la literatura en lenguas originarias escrita por una mujer, y por otro, tenemos una exploración del mundo maya desde sus épocas de esplendor”.

Continuó: “La prosa que logra la autora está construida desde el uso de diferentes compases musicales. La frase corta predomina con el rigor que exige, el ritmo es contenido, las ideas se expresan en pocas palabras, cierra círculos de sentido en muy poco espacio narrativo. De igual manera utiliza frases subordinadas que se apoyan en lo que se cuenta; pero también en la musicalidad del texto”.

Sostuvo que “la estructura rompe las formas tradicionales de la narrativa occidental, sobre todo la del siglo XIX. No se conformó con una historia lineal, repleta de diálogos insustanciales; que hay que decirlo, se ha convertido no en una forma, sino en un formato de la presente narrativa en lenguas originarias. No, Ruperta recurre a la historia fragmentada, y asume con maestría las dificultades que esto conlleva”.

Subrayó que “estamos ante una novela muy importante, por sus características estéticas como por su aportación a la narrativa en lenguas indígenas”.

Fabiola Poblete, catedrática de historia, quien también participó en la presentación, bajo la moderación del también escritor tsotsil, Mikel Ruiz, sostuvo que “la escritura de una novela confeccionada por una mujer indígena no sólo enriquece el panorama literario, sino que contribuye a crear puentes de comunicación intercultural y a centrar la atención en la perspectiva de las que a través de la pluma construyen mundos”.

Dijo que “el libro está construido en dos partes, pues es una edición bilingüe: en tsotsil y en español, lo cual también es sugerente, ya que se puede hacer una lectura ‘dinámica’ que vaya del tsotsil al español o viceversa, que además puede enriquecerse porque el texto incluye un glosario de términos que ayudan a saber el significado de la gran cantidad de palabras en tsotsil, tseltal o maya antiguo que aparecen intercaladas en el texto escrito en español”.

 

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