Nueva York y Washington. Por primera vez en la historia, la Suprema Corte evaluó si un presidente -en este caso, Donald Trump- incitó una insurrección contra el Estado del cual aún era el jefe y si debería ser descalificado como candidato por ese delito; por otro lado, un fiscal federal especial decidió no formular cargos criminales contra Joe Biden a pesar de concluir que puso en peligro la seguridad nacional al llevarse indebidamente documentos clasificados a su casa al final de su vicepresidencia, pero el fiscal tal vez dañó la campaña de reelección del presidente al incluir en el informe que el ahora mandatario tiene una memoria deteriorada.

La Suprema Corte de Estados Unidos escuchó este jueves argumentos en un caso donde el estado de Colorado decidió descalificar a Trump como candidato presidencial por participar en actos de “insurrección” contra Estados Unidos bajo una cláusula de la 14a Enmienda de la Constitución impulsada poco después de la Guerra Civil.

Luego de más de dos horas de argumentos de abogados de Trump y del estado de Colorado, e interrogatorios por algunos de los nueve jueces, todo indicaba -según observadores y expertos legales- que la Suprema Corte rechazará en un fallo que se espera en las próximas semanas que un estado pueda descalificar a un candidato a un puesto federal por ser acusado -pero no enjuiciado y condenado- por insurrección. Más aún, expertos indican que la Suprema Corte prefiere no interferir a este grado en una elección presidencial.

Pero lo extraordinario del asunto es que se está debatiendo al inicio de una elección nacional si un candidato, y nadie menos que un ex-presidente, incitó o participó en una “insurrección” contra el Estado cuando el era el jefe de ese Estado.

Aunque el proceso de impeachment de la cámara baja contra Trump concluyó que el ex presidente impulsó una intentona golpista en torno a los eventos antes y durante el asalto violento al Capitolio para interrumpir la certificación de la elección presidencial el 6 de enero de 2021, Trump no fue condenado en el juicio sobre esto en el Senado.

Sin embargo, Trump aún enfrenta un juicio federal -uno de cuatro procesos judiciales en su contra con un total de 91 cargos criminales- por su intento de subvertir los resultados de la elección de 2020. Esta semana sufrió una derrota en ese caso cuando un tribunal de apelaciones rechazó su argumento de inmunidad ejecutiva porque estaba en la presidencia cuando se cometieron los actos criminales de los cuales se le acusa ahora como ex-presidente. Fue la primera vez que un tribunal tuvo que responder sobre si ex presidentes podrían ser enjuiciados por actos criminales cometidos cuando estaban en la Casa Blanca.

Biden y la memoria

Este mismo jueves, el fiscal especial del Departamento de Justicia investigando el manejo de documentos clasificados guardados en la casa de Biden tras concluir su periodo como vicepresidente de Barack Obama, emitió un informe que concluye que aunque fue inapropiado mantener esos documentos y que eso representaba “un riesgo serio a la seguridad nacional” de Estados Unidos, no amerita la formulación de cargos criminales.

A diferencia de Trump, quien también enfrenta cargos criminales por llevarse cajas de documentos de seguridad nacional a su casa cuando abandonó la Casa Blanca e intentó ocultarlos a las autoridades, el fiscal reportó que Biden no tenía la intención de violar la ley, cooperó plenamente con la investigación y retornó todo el material.

Aunque seguramente el anuncio de que no enfrentará cargos fue un gran alivio para Biden, otras partes del informe podrían provocar graves daños a su campaña de reelección. El informe relata que durante los interrogatorios a Biden como parte de la investigación, “él no recordaba cuándo había sido vicepresidente”, tampoco cuándo inició o concluyó su periodo, y por ejemplo, preguntó si “en 2009, ¿yo aún era vicepresidente?” Agrega que tampoco recordaba cuándo había muerto su hijo Beau y en torno a otros asuntos reporta que “su memoria pareció nublada”.

Y casi el colmo, el reporte afirma que una de las razones por las que se decidió no acusarlo penalmente es que “en un juicio, Biden probablemente se presentaría ante un jurado, tal como lo hizo con nosotros al entrevistarlo, como un hombre simpático con buenas intenciones de edad avanzada (y) con una memoria pobre”.

Los abogados de Biden respondieron que estas caracterizaciones no son “precisas ni apropiadas”, reportó Axios. Por su parte, Trump, como siempre, calificó los procesos legales en su contra como “interferencia electoral”.

Así, los dos candidatos presidenciales principales del país tuvieron un día que giró en torno a posibles delitos graves contra la nación que quieren encabezar (y también interrogantes sobre sus capacidades mentales).

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