Ante la entrada en vigor en marzo próximo de los lineamientos generales para el expendio de alimentos y bebidas en los establecimientos escolares, Simón Barquera Cervera, presidente de la Federación Mundial de Obesidad e investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), aseguró que se está capacitando a los encargados de las cooperativas que operan en los centros escolares del país con el propósito de que éstos ofrezcan alimentos saludables a los alumnos.

Sin embargo, directivos y docentes de educación básica afirmaron que hasta ahora no conocemos ningún otro documento que no sean los lineamientos que dio a conocer el secretario de Educación Pública, Mario Delgado, en octubre pasado y tampoco nos han informado sobre alguna sanción a la que se puedan hacer acreedoras los centros escolares que incumplan.

En la presentación y lanzamiento de la guía de práctica clínica de México para el manejo del sobrepeso y obesidad en adultos, desarrollada por especialistas del INSP y del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Barquera Cervera, agregó que el manual de capacitación fue elaborado por expertos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y las secretarías de Educación y Salud, el cual propone que en las escuelas haya alimentos sanos y frescos.

En el contexto del próximo Día Mundial contra la Obesidad, que se conmemora cada 4 de marzo, recordó que la obesidad y el sobrepeso afecta a uno de cada tres estudiantes en el territorio nacional, por ello afirmó que, con esta y otras acciones tenemos que lograr que de aquí a 2030 la obesidad en México, lo que incluye a la población adulta, este por debajo de 41 por ciento.

Enfatizó que los nuevos lineamientos se aplicarán tanto en instituciones públicas como privadas, ya que la meta es eliminar los alimentos que les hacen daño a niños y adolescentes; además, advirtió que la normativa ahora establecerá sanciones si se incumple.

En tanto, el profesor Francisco Bravo, director de la escuela primaria Leonardo Bravo, expuso sobre la aplicación de las directrices: “no sólo se trata de tener voluntad de llevarlas a cabo, también deben existir las condiciones para que se puede eliminar todo producto chatarra de las escuelas”.

Explicó que muchas veces la educación alimentaria que reciben los menores de edad en su hogar no ayuda, porque no han aprendido a comer frutas y verduras. Les cuesta mucho trabajo ese proceso en la escuela. Se trata de un esfuerzo colectivo, que no sólo pasa por los planteles escolares.

Compartir
Exit mobile version