La vivienda continúa subiendo sin cesar en España, registrando alzas muy acusadas que han supuesto un nuevo récord de precio en septiembre, en un escenario de abaratamiento del crédito que podría agravar la tendencia en los próximos meses.

Según los datos publicados por el portal inmobiliario Idealista el lunes, el costo promedio de venta de la vivienda subió 8.7 por ciento anual en el tercer trimestre de 2024, alcanzando el metro cuadrado 2 mil 182 euros, un nuevo máximo histórico en la serie histórica de Idealista.

Desde Idealista señalan que la situación es alarmante, ya que los nuevos compradores deben destinar más de 30 por ciento de sus ingresos al pago de la hipoteca.

Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, aboga por tomar medidas de inmediato a la vez que se muestra crítico con “la falta de previsión”, “la ausencia de diálogo político”, “los laberintos burocráticos” o el “ruido populista alrededor de la vivienda”, a los que se han unido la carestía de la mano de obra o la desaparición de constructoras especializadas y el incremento demográfico.

“Sería urgente que a nivel político se tomaran las medidas que sean necesarias, sin líneas rojas, para incentivar y acelerar la construcción de vivienda nueva donde sea necesaria y el apoyo decidido a la puesta en marcha de grandes desarrollos que supongan un alivio en los mercados más tensionados”, apunta.

La tendencia de encarecimiento se sigue apreciando desde hace años, pero las subidas no han sido homogéneas en todo el país.

En grandes capitales como Madrid, Valencia y Barcelona la vivienda se ha encarecido 17.8 por ciento, 17.6 por ciento y 9.8 por ciento anual en el tercer trimestre, respectivamente, y un total de 16 capitales de provincias han marcado máximos históricos.

La dificultad de acceso a la vivienda se ve agravada, además, por el meteórico incremento de los precios del alquiler, que según datos publicados esta semana por Idealista, registraron un incremento de 10.2 por ciento anual a finales del tercer trimestre.

No parece que la situación esté por cambiar, ya que, con el ciclo de relajación de los tipos de interés ya en marcha y al bajar la inflación más rápido de lo previsto, no es descartable que el Banco Central Europeo (BCE) acelere los recortes, disparando la cantidad de potenciales compradores atraídos por el abaratamiento del crédito.

Por el momento, los mercados prevén que para diciembre de 2025 el tipo de depósito (barómetro de los intereses que las entidades de crédito reciben por sus depósitos a un día en el banco central, una de las referencias del costo del dinero en la eurozona) esté en 1.75 por ciento, una baja respecto a 3.5 por ciento actual.

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