La carpeta de grabados Cuatro cariños para Gabriel y un Macotela no sólo es un tributo afectuoso a uno de los últimos grandes artistas mexicanos comprometidos con la vida, la sociedad y la gente.

También pretende honrar una tradición dentro de la gráfica nacional: las carpetas de ediciones limitadas en talleres de autor, hechas con bajo presupuesto, pero dignas y muy bellas, señalan a La Jornada los artistas Demián Flores y Gustavo Monroy, quienes junto con el poeta nahua Mardonio Carballo son impulsores de esa obra colectiva mediante la que se rinde homenaje y busca apoyar al pintor, escultor, dibujante y escenógrafo Gabriel Macotela, quien atravesó por problemas de salud y el próximo 7 de octubre cumplirá 70 años.

Esta carpeta hace eco al cariño y a los amigos que genera Gabriel, explica Demián Flores, quien comenta que las piezas que la conforman toman el aliento de la muestra más reciente de aquel creador jalisciense, Rendija de luz, conjunto de media centena de dibujos que se presenta hasta el 28 de julio en la galería Acapulco 62 (Dr. Atl 217, colonia Santa María La Ribera), de la cual se dieron ya detalles en estas páginas el pasado 29 de junio.

Cada vez se ven menos las exposiciones de dibujo como disciplina íntegra; algo que me parece fundamental de ésta es que se trata de una clase magistral de lo que es el sentido de la línea y de la composición. Esta carpeta toma ese aliento, pues son imágenes muy sencillas, en blanco y negro, y justo la finalidad es recuperar la idea del dibujo y la línea.

Cuatro cariños para Gabriel y un Macotela está integrada por una serigrafía con un texto de Mardonio Carballo y cuatro litografías de Demián Flores, Gustavo Monroy, Jesús Miranda y el propio Macotela. El tiraje es de 30 ejemplares, cada uno enumerado y firmado, aunque sólo 25 están a la venta. Las impresiones se realizaron en el Taller Ochoa, en la Ciudad de México; la de serigrafía y las de grabado, en La Curtiduría, centro de artes visuales en la ciudad de Oaxaca, en mayo y junio. Su precio es de 7 mil 500 pesos cada una, muy por debajo del valor comercial de los artistas participantes. Pueden adquirirse en la galería Acapulco 62 y en Maíz de Cacao Roma (Córdoba 148, entre Zacatecas y Guanajuato).

Es una iniciativa de cariño y en apoyo al maestro, reitera el artista juchiteco, quien precisa que todos los grabados fueron creados ex profeso para este proyecto, con tema libre, a excepción del de Macotela, que fue retomado de uno de los dibujos que forman parte de la mencionada exposición.

Al final, nuestra motivación fue el gran cariño que nos une con Gabriel. Pensar en la posibilidad de retribuirle toda esa generosidad que ha mostrado siempre hacia nosotros y a gran parte del ámbito artístico mexicano, esa solidaridad que lo caracteriza. El maestro ha estado en todas las luchas, ha defendido a un montón de posiciones ideológicas y políticas desde el arte. Era menester que nosotros también pudiéramos accionar en una situación delicada como la que ha vivido ahora él, a partir del cariño, sostiene Mardonio Carballo.

Creador transgeneracional

En concordancia con esa posición, Demián Flores agrega: Me atrevería a decir que en Gabriel Macotela está el último gran artista comprometido con la vida, con la sociedad, con la gente. Es realmente un artista que se ha involucrado enteramente con su realidad, que es este país; es, además, una persona con una integridad intelectual e ideológica que tienen ya muy pocos, está en desuso.

Gustavo Monroy coincide con lo expresado por sus compañeros y resalta cómo aquel creador jalisciense es capaz de aglutinar en torno suyo a artistas de varias generaciones, como los que participan en la carpeta: “Gabriel es un artista transgeneracional, por eso son muchos los que han pasado por su obra, su labor y su trayectoria.

Él puede tocar lo mismo a generaciones muy jóvenes que a la mía, a la que él pertenece y a la que lo antecede.

Recordó que en sus inicios, Macotela tuvo una galería que se llamó El Archivero, y uno de los propósitos de ese proyecto era hacer carpetas como la referida. “Él es pionero también de iniciativas como ésta, porque con El Archivero hicieron muchísimas carpetas de autor, cuando existía el mimeógrafo; viene de esas técnicas de impresión.

“Esta iniciativa de Demián, entonces, me pareció muy ad hoc, porque al mismo tiempo rescata de la memoria esa actividad que tuvo Gabriel en su juventud, de hacer carpetas de ediciones muy limitadas con textos de intelectuales y poetas contemporáneos. Entonces, es también parte de una tradición dentro de la gráfica.”

Compartir
Exit mobile version