Madrid. El ex candidato opositor venezolano Edmundo González Urrutia hizo ayer un llamado al “diálogo” para “rencontrarnos como compatriotas”, en su primer mensaje escrito desde que aterrizó en Madrid en calidad de asilado político, después de permanecer más de un mes refugiado en las sedes diplomáticas de Países Bajos y España, en Caracas.

El político explicó que tomó la decisión de abandonar Venezuela para que “cambien las cosas” y “empezar una nueva etapa”.

En tanto, el Ejecutivo español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, insistió en que no negoció con la administración del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, la salida de González Urrutia, y que sólo acordaron “cuestiones técnicas”, aunque sí reconoció la intermediación “fructífera” del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

González no ha dado entrevistas desde su llegada a España y no hablará con los medios hasta ser recibido por el presidente Sánchez –quien está de viaje en China–, algo que podría ocurrir el jueves, explicaron fuentes próximas al político venezolano.

En un comunicado difundido en redes sociales, añadió: “he decidido salir de Venezuela” pensando en “que nuestro destino como país no puede, no debe ser, el de un conflicto de dolor y sufrimiento. Lo he hecho pensando en mi familia y en todas las familias venezolanas en este momento de tanta tensión. Lo he hecho para que cambien las cosas y construyamos una etapa nueva para Venezuela”.

El ex diplomático aseguró que siempre defendió “los valores democráticos de paz y libertad. Mi compromiso no se basa en una ambición personal, esta decisión es un gesto que tiende la mano a todos y espero que como tal sea correspondido. Soy incompatible con el resentimiento. Sólo la política del diálogo puede rencontrarnos como compatriotas. Sólo la democracia y la realización de la voluntad popular pueden ser el camino para nuestro futuro como país y en ello seguiré comprometido”. Por último, agradeció el apoyo durante su campaña y en los últimos meses de su equipo, de María Corina Machado y de quienes le dieron su voto.

Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, hizo una ronda de entrevistas en varios medios de comunicación electrónicos, e insistió en que la concesión del asilo y el operativo para el traslado de González a Madrid se realizaron al margen del gobierno de Maduro y sin entrar en ningún tipo de negociación política; “los únicos contactos han sido de tipo operativo”, recalcó.

Albares elogió también la intermediación del ex presidente Zapatero, al señalar que “lleva ya muchos años jugando un papel muy positivo en la liberación de detenidos políticos en Venezuela y tiene una interlocución muy fluida con el gobierno y la oposición”.

La ministra española de Defensa, Margarita Robles, respaldó esta versión de los hechos. “No ha habido ningún tipo de negociación con el gobierno de Venezuela. Lo único que ha habido han sido autorizaciones para sobrevuelos y para que la aeronave de las fuerzas armadas españolas pudiera llegar al aeropuerto de Caracas, y que Edmundo y su esposa subieran a bordo”.

Albares recalcó que el gobierno de Sánchez “no” reconocerá la victoria de Maduro hasta que se presenten las actas que así lo demuestren.

Desde Bruselas trascendió que el próximo 30 de septiembre comparecerá el ex presidente español Rodríguez Zapatero, quien fue observador de los comicios venezolanos, y no se descarta la asistencia de representantes del Centro Carter y de la Organización de Naciones Unidas, que también se desempeñaron como observadores electorales el 28 de julio.

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