Lima. Dos décadas después de haber sido removida, la estatua ecuestre del conquistador español y fundador de Lima, Francisco Pizarro, fue reinstalada ayer en el corazón de la capital peruana, en lo que fue calificado por sectores proindígenas de ofensa a los pueblos originarios
.
La medida fue ordenada por el ultraconservador alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, como una forma de reivindicar el pasado prehispánico y español
de la capital peruana.
La ceremonia tuvo lugar en el aniversario 490 de la fundación de la ciudad y asistió la presidenta de la comunidad de Madrid, la conservadora Isabel Díaz Ayuso.
En su discurso, Ayuso destacó que la reubicación de la estatua simboliza mucho más que la ampliación del paisaje urbano de la ciudad, pues es un paso más del respeto a nuestra historia compartida
. Días antes, la mandataria reivindicó la historia de la hispanidad
, y se dijo sorprendida de que en Perú hay población que está sumida en la pobreza y, sin embargo, es alegre
, informó Diario.es.
Los discursos de las autoridades se mantuvieron pese a las protestas de diversos grupos indígenas a metros del monumento, al que la policía les impidió acercarse, pero permitió la movilización que portaba letreros con consignas como ¡Fuera Pizarro!
, mientras muchos soplaron pututos, el instrumento de viento prehispánico confeccionado con caracoles.
Potestas proindígenas
Pizarro vino a robar, trajo enfermedades, mató y, ¿encima uno va ha hacerle un homenaje? Aquí en la plaza debería estar Manco Cápac, el primer inca
, se quejó Alandia Valenzuela, de 55 años, nacida en la región andina de Apurimac.
Es una ofensa a todos los pueblos originarios de Perú, de Latinoamérica y del mundo
, criticó Teo Todupa, de 55 años.
La estatua de Pizarro, que lo representa a caballo con espada en mano, volvió a instalarse en la Plaza de Armas de la ciudad, contigua a la sede presidencial, después de que en 2003 el monumento fue trasladado al poco concurrido Parque de la Muralla, fuera del casco céntrico de Lima, ante el auge de críticas proindigenistas que pidieron su remoción.
Expertos señalaron que desde hace años las autoridades de la ciudad evitaban rendirle homenaje a Pizarro, un personaje controvertido debido al colonialismo que implica su figura respecto a la revalorización del imperio inca y los pueblos nativos.
Representantes de comunidades autóctonas reiteraron que saben el sufrimiento de sus antepasados, y que aún sienten la represión brutal de la conquista, incluso como ocurrió entre 2022 y 2023, cuando peruanos de origen quechua exigieron la destitución de la mandataria Dina Boluarte con un saldo de 50 civiles muertos
, reportó The Associated Press.