Aunque hay quienes pueden considerarlas lujo innecesario, las humanidades son una forma de nutrir nuestra vida cotidiana y nuestro entendimiento del mundo, por lo que es fundamental dar a conocer con mayor fuerza estas disciplinas y destinar más recursos a su investigación, afirmó Lilian Álvarez Arellano, recientemente nombrada directora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM para el periodo 2024-2028, quien destacó que en un mundo donde se privilegia lo rápido y lo útil, se deben reivindicar las disciplinas que no necesariamente generan dinero, pero sí valor.

En entrevista con este medio, con motivo de su reciente designación por la Junta de Gobierno de la universidad, señaló que además de respaldar los proyectos individuales y grupales que llevan a cabo los cerca de 200 investigadores del instituto, una de sus prioridades será difundir la labor de la entidad que dirige.

Ahí es donde creo que puedo incidir un poco más, en hacer una traducción del conocimiento especializado que se produce al lenguaje cotidiano de las personas que vivimos en el país, porque nos podemos servir de mil maneras de todo lo que se estudia sobre nuestra lengua y cultura en sus diferentes vertientes, subrayó.

Álvarez –licenciada en Humanidades por la UAM Iztapalapa y doctora en filosofía de la educación por la Universidad Harvard– añadió que a través de lo que llama nodos de investigación buscará que el instituto se involucre en temas de interés actual para la sociedad, como la violencia o la inteligencia artificial, a través del lente de las disciplinas humanísticas.

Un tesoro acumulado

Los humanistas somos capaces de ver lo que ha pasado antes y traerlo a nuestros días, usar el lenguaje como una manera de ver qué hay en el tesoro que ha acumulado la humanidad en sus textos orales y escritos para dar respuestas sobre lo que nos importa ahora, pero viéndolo de forma más compleja, con nuevas perspectivas y matices, enfatizó.

Luego de advertir que el país no invierte lo suficiente en educación e investigación, la académica defendió la importancia del trabajo humanístico, el cual no siempre tiene la visibilidad que merece.

“En todo el mundo hay presión para ir hacia lo rápido, lo útil, lo que produce dinero, y el trabajo filológico es de ir despacio, requiere tiempo. No ves resultados en cinco segundos; su propósito no es generar dinero –aunque puede hacerlo si se lo propone–, pero sí generar valor. Tal vez no es tan conocido como podría ser ni está en la dinámica de lo que se considera ‘moderno’, pero aporta un beneficio diario sin que a veces nos demos cuenta.”

La funcionaria destacó que el Instituto de Investigaciones Filológicas genera unas 400 publicaciones al año, entre libros, revistas, artículos académicos y otros textos, y saludó la llegada de cada vez más mujeres a puestos directivos en la UNAM.

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