Lima. La presidenta peruana, Dina Boluarte, reafirmó el lunes que es “la mamá” de los peruanos; declaraciones que levantaron críticas y comentarios de burla, ante una gestión gubernamental que arrastra bajos índices de popularidad.
Boluarte, abogada de 61 años que asumió como presidenta de Perú hace poco más de un año, dijo el viernes pasado que era “la mamá de todo el Perú” en el anuncio de un proyecto de riego, una consideración sobre su rol, que ratificó el lunes desde el palacio presidencial en Lima.
Afirmó en conferencia que se consideraba la madre de todos los peruanos y que se refería a “trabajar denodadamente, con ese cariño de madre”. Y se preguntó “¿Qué mamá no trabaja poniéndole todo el esfuerzo para que le vaya bien a su hijo? Ese es el cariño que le quiero poner para trabajar por los más de 33 millones de peruanas y peruanos”.
Autodenominarse “madre” de los peruanos provocó críticas entre algunos legisladores y la prensa local.
La legisladora Norma Yarrow, del partido derechista Avanza País, dijo en la red X, que le indignaba que la mandataria se llame “madre” de los peruanos. “Anda a comisarías, hospitales, colegios, pero no hables si vas a decir sandeces”, indicó.
El ex candidato presidencial, del partido Acción Popular, Yonhy Lescano, ironizó sobre el tema y dijo que es “la madrastra que no tiene oídos, que no sabe escuchar a sus hijos postizos”.
Boluarte dijo en la conferencia de prensa que “no está trabajando para las encuestas, que es importante tomarlas en cuenta, pero las respuestas no están en los números de estas encuestadoras, sino están allí en la población peruana”.
La presidenta peruana tiene la popularidad más baja en más de 20 años —cuando gobernaba Alejandro Toledo— tras 14 meses de iniciada su gestión, según la encuestadora Datum. Con datos de febrero, Boluarte tiene una popularidad de 10 por ciento y una desaprobación de 83 por ciento. El sondeo se realizó con una muestra de mil 208 peruanos el 3 y 6 de febrero.
Boluarte remplazó a Pedro Castillo como presidente el 7 de diciembre de 2022, luego de que el Congreso destituyó al entonces mandatario por intentar disolver el Parlamento para evitar una votación de remoción en su contra y gobernar por decreto. Castillo está desde entonces en prisión preventiva con cargos por rebelión y corrupción.
Tras la destitución de Castillo, sobrevinieron entre diciembre de 2022 y marzo de 2023 una serie de protestas que exigían la renuncia de Boluarte. Las manifestaciones dejaron en total 49 civiles fallecidos en choques contra las fuerzas de seguridad. Al menos 30 de ellos por muerte por arma de fuego, según las autopsias.
En noviembre la fiscalía denunció ante el Parlamento a Boluarte para que al finalizar su gestión pueda ser procesada por los jueces por homicidio calificado. Según la denuncia, a la que Ap tuvo acceso, se indica que Boluarte habría “omitido dolosamente adoptar medidas que garanticen el respeto irrestricto de la vida e integridad física de los ciudadanos” por parte de las fuerzas de seguridad.