Madrid. Yolanda díaz, la coordinadora de la coalición de izquierdas sumar, decidió presentar su dimisión de todos los cargos orgánicos del partido por la debacle electoral del pasado domingo en las elecciones al parlamento europeo, en el que su formación política sufrió un severo retroceso, al pasar de siete a tres diputados y perder más de medio millón de votantes.

Díaz, que en su día fue nombrada por el entonces líder de Podemos, Pablo Iglesias, para sucederle, deja una herencia de fractura y crispación en el seno de la izquierda, sobre todo con sus antiguos compañeros de partido, con los que mantiene una abierta pugna por la hegemonía de ese espacio político.

En una comparecencia grabada, sin derecho a preguntas y con un discurso confuso, Díaz decidió presentar su dimisión como líder de Sumar, una joven coalición de partidos de izquierda de todo el Estado español que ella misma impulsó a fundar hace sólo dos años, tras un largo “periodo de escucha” y después de haber roto con Pablo Iglesias, que una vez dimitido de su cargo como líder de la formación morada pretendía tutelar a la distancia la dirección del partido.

Díaz, una abogada experta en derecho laboral, fue parte del primer gobierno de coalición entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos, convirtiéndose en la primera ministra del Trabajo con una larga trayectoria en la lucha sindical y con un amplío recorrido en la militancia política. De hecho, Díaz ha pertenecido a varios partidos políticos: desde el Partido Comunista de España (PCE), la izquierda independentista gallega, las Mareas, Podemos y Sumar.

Desde que asumió el cargo para “refundar” y “unir” a la izquierda, Díaz ha cosechado varias derrotas electorales: en las autonómicas gallegas su partido no logró ni siquiera representación parlamentaria, en las vascas sufrió una bajado notable, en las generales redujo a casi la mitad el número de escaños de su anterior formación, Podemos, y ahora, en los comicios europeos, volvió a sumir a su partido en una crisis de resultados y de perspectivas de futuro.

Su dimisión abre la pugna por el liderazgo en el seno de la izquierda española, actualmente fragmentada en varios partidos periféricos y con Izquierda Unida (IU) en situación de agonía tras el liderazgo de su último secretario general, Alberto Garzón.

Uno de sus posibles sucesores es el vocero de Sumar en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, ex fundador de Podemos y acérrimo enemigo de la actual dirección de Podemos, que dirige la ex ministra Ione Belarra y la actual eurodiputada morada Irene Montero, también pareja sentimental de Pablo Iglesias.

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